ste día, Gunther Plüschow escribe una carta a su pequeño hijo, comentándole algunas particularidades de la región, que los pobladores australes los llaman, a él y a su compañero de aventuras Ernest Dreblow, “los piratas del aire” y que se encontraba demorado por las malas condiciones climáticas.
“Cuenta en esa carta que había fuego bajo su cacerola y dentro de ella un hermoso huevo que un avestruz le regaló tan fresco como se sentía la mañana”. Desde el lugar de la espera se podía divisar “al amenazante Cerro del Paine tronando como enojado cuando el hielo se le desprende ruidosamente y varias matas de calafate debajo de las cuales se recostaba al llegar la tarde todo emponchado (…) para hacerle frente al frío. También le cuenta que algún ganso silvestre le solía servir de cena y que alcanzaba a ver varios guanacos en los cerros (...) Así iba enseñándole al pequeño Guntolf, la flora y la fauna de la que disfruta durante largos días según el capricho de la naturaleza” (Roberto Litvachkes. Plüschow Secreto).
En esas largas esperas, escribió a su hijo y a su esposa las que serían sus últimas cartas. También le dieron tiempo para hacer registros en el libro de bitácora, donde dejó asentado lo siguiente: “Hace unas horas me ha visitado un jinete, un capitán del gobierno. Se entiende que mis papeles están en perfecto orden de ambos gobiernos, del chileno como del argentino. Todos sellados, como corresponde. Es sencillamente ridículo suponer que yo realizaría aquí espionaje de límites. La línea de demarcación que diariamente sobrevuelo entre Argentina y Chile, en realidad no la ha visto ningún ojo humano, con excepción del mío y del de Dreblow. Mi labor sirve de la misma manera a ambos países y en eso no puedo tomar partido. ¡Un oficial del Káiser alemán no se vende!”.
Unos meses después se produjo la tragedia que terminaría con sus vidas. El 28 de enero de 1931, “a las 3:00 hs. ocurrió un accidente de aviación en el paraje denominado Lago Rico, documentos encontrados en el mismo permiten identificar a Plüschow y Dreblow como los fallecidos, aparentemente se habría roto una ala del avión y los tripulantes se lanzaron al aire, se tomaron de los paracaídas pero luego se soltaron cayendo Plüschow a tierra y Dreblow en la orilla del Lago”, según detalló el informe policial (op. cit.).
