La mediación papal entrega su propuesta a Argentina y Chile
El 12 de diciembre de 1978

La mediación papal entrega su propuesta a Argentina y Chile

12/12/2016
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ste día, el papa Juan Pablo II hace llegar su propuesta a las cancillerías de Argentina y Chile, como un intento de superar el diferendo limítrofe entre ambos países.
La propuesta reconoció la soberanía chilena sobre las islas Picton, Nueva y Lennox , en el canal Beagle, y aseguraba a la Argentina una delimitación marítima que acotaba la proyección chilena sobre el mar adyacente a dichas islas y reconocía los derechos argentinos sobre las aguas aledañas a la provincia de Tierra del Fuego.
La mediación papal, encarnada por Antonio Samoré,  se interpuso en la dinámica hostil que se había planteado y que hacía inminente un enfrentamiento bélico. Hubo llamado de reservistas, movilización de tropas, instalación de minas explosivas, envío de fuerzas navales al sur y cierre de fronteras.
Samoré debió enfrentar las posturas irreconciliables a que habían llegado ambos gobiernos dictatoriales. Mientras Chile consideraba válido al Laudo Arbitral y lo había convertido en ley, declarando el mar entre las islas como aguas interiores chilenas; Argentina lo rechazaba y había extendido el conflicto a todas las islas del sur del Beagle y al este del meridiano del cabo de Hornos, y exigió también derechos sobre la regulación de la navegación en el estrecho de Magallanes, es decir había ampliado el conflicto a una zona mucho mayor que la abarcada por el diferendo original.
El cardenal Samoré pudo detener la escalada bélica y comprometió a las partes a dejar de lado el uso de la fuerza. Las negociaciones duraron seis años.
Ambos gobiernos habían acordado, en 1971, solicitar el arbitraje de la corona británica para dirimir el litigio. Cuando el Reino Unido dio a conocer el Laudo Arbitral, en 1977, Argentina lo rechazó y se desencadenó una situación prebélica. Aumentó la tensión militar y los caminos pacíficos se esfumaron.
El gobierno argentino llevó el caso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y Chile pidió a la OEA la convocatoria urgente a una reunión de consulta.
Ante la gravedad de la situación, el Papa Juan Pablo II se mostró dispuesto a  examinar las posibilidades de una solución pacífica de la controversia. Ante la iniciativa de interceder entre ambos países, finalmente, los dos gobiernos aceptaron la propuesta y el Vaticano designó a Samoré como su representante para llevar a cabo la mediación.

Autor : Bernardo Veksler
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