Una corbeta norteamericana devasta la capital de Malvinas
El 28 de diciembre de 1831

Una corbeta norteamericana devasta la capital de Malvinas

28/12/2016
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ste día, la corbeta norteamericana USS Lexington, enmascarada con la bandera francesa y bajo la apariencia de solicitar un práctico a bordo, llega a Puerto Luis, la vieja capital de Malvinas. Cuando los delegados del gobernador Luis Vernet acuden a bordo, son apresados.
“El comandante americano desembarcó en la colonia con una fuerza armada, apresó a dos docenas de pobladores buscando a los que estuvieron vinculados con la captura de los pesqueros (de ese país a los que se le habían incautado el cargamento de pieles por no respetar la legislación argentina), confiscó las armas que pudo hallar, inutilizó la artillería de la plaza clavando las piezas y sus hombres realizaron actos de saqueo en las casas y produjeron daños en los huertos”. También, “se apoderó de los cueros de lobos, que habían sido depositados tras su incautación por Vernet, y de otros efectos” (Hugo Gambini. Crónica Documental de las Malvinas).
La Lexington capturó a siete funcionarios argentinos, junto a algunos pobladores, y los trasladó engrillados a Montevideo, donde fueron liberados.
“La noticia de los sucesos llegó a Buenos Aires y conmovió al gobierno –que ratificó públicamente los derechos argentinos- y a la opinión pública.
La Gaceta Mercantil comentó la noticia el 9 de ese mes: “acto de violencia tan ultrajante al pabellón argentino como degradante al americano bajo el cual se ha perpetrado. No habrá americano que sepa apreciar la dignidad de su país, que no se llene de indignación al ver la marina nacional que tantas glorias ha dado a su patria, envilecida por un cobarde ataque sobre un establecimiento indefenso y desprevenido”.
Washington, lejos de reconocer el acto de arbitrariedad, designó a un representante para presentar ante el gobierno argentino una queja donde desconoció la autoridad de Vernet, “esgrimía el derecho de los buques norteamericanos a actuar libremente”, justificaba el accionar de la Lexington, “terminó por desconocer la “existencia de derecho alguno” por parte del gobierno argentino para “interrumpir, molestar o detener o capturar buque alguno perteneciente a los Estados Unidos (…) en cualquiera de las playas o tierra de cualquiera o cada una de las islas Malvinas, Tierra del Fuego, Cabo de Hornos o cualquiera de las adyacentes en el Océano Atlántico” (op. cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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