ste día, se lleva a cabo la segunda vuelta electoral que consagra a la fórmula del Movimiento Popular Fueguino contra la del Frente Justicialista para la Victoria. Así, el binomio integrado por José Arturo Estabillo y Miguel Ángel Castro supera por escaso margen (12.395 a 12.104 votos) a Esteban Martínez y Osvaldo Alonso.
De esta manera, Estabillo se convierte en el primer gobernador de la Provincia de Tierra del Fuego.
A principios de ese mes se había realizado la primera elección, con la participación de nueve fórmulas, entre las que se destacaban, además de las mencionadas, la de la Unión Cívica Radical, integrada por Oscar Mazzuchi y Carlos Rubino. El resultado del comicio impuso la realización del ballotage, debido a que ninguna fórmula pudo superar el cincuenta por ciento de los votos, según determinaba la flamante Constitución Provincial.
El Mopof había obtenido el 45,6 por ciento de los sufragios (12.514 votos), el Frejuvi el 43,4 por ciento (11.918 votos), en tanto que la UCR había quedado en el tercer lugar con el escueto 6,8 por ciento (1.866 votos).
La asunción del nuevo gobierno abrió las compuertas de las ilusiones de los pobladores fueguinos, por los resortes institucionales que se inauguraban, como la flamante Constitución Provincial, la representación en el Senado y la esperanzadora gestación del Poder Judicial.
También los recursos que comenzó a disponer el Poder Ejecutivo Provincial fue un hecho auspicioso. “En 1992 Tierra del Fuego ingresaba al concierto de las provincias en una envidiable situación. Las deudas acumuladas, que redondeaban una suma cercana a los 55 millones de pesos, fueron absorbidas por el Estado Nacional, y el flujo de recursos creció de manera abrupta”. Los ingresos corrientes fueguinos pasaron de 122 a 224 millones de pesos de 1991 a 1992 (incremento 84%), a 293 en 1993 y a 307 millones de pesos en 1994. “Este conjunto de circunstancias hicieron presumir un futuro venturoso para Tierra del Fuego. La Dirección Nacional de Promoción Regional, expresa en el informe emitido en junio del 92, que “Tierra del Fuego es la provincia con mejor perfil financiero del país”” (Luis Moreno. La deuda de Tierra del Fuego).
A pesar del optimismo reinante, pocos años después la provincia se hundía en la crisis por el enorme endeudamiento generado y la desproporción entre gastos y recursos.
