Último registro en cuaderno de bitácora de un buque fantasma
El 17 de enero de 1823

Último registro en cuaderno de bitácora de un buque fantasma

17/01/2017
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on esta fecha se registra el último asiento en el cuaderno de bitácora de un buque que será encontrado navegando a la deriva en el paso de Drake, diecisiete años después.
La goleta “Jenny” fue hallada por el ballenero “Hope” en septiembre de 1840 y el capitán Brighton, al llamarle la atención la soledad de la cubierta, decidió abordarlo y se encontró con “los restos de los tripulantes, muertos de frío y de hambre”. Al llegar a la cabina de mando descubrió que “la última anotación asentada en el Cuaderno de Bitácora, correspondía al 17 de enero de 1823, consignando que a esa fecha llevaban ya setenta y dos días aprisionados en los hielos, y que en la víspera se les había apagado el fuego, sin poder volver a encenderlo de nuevo” (Ernesto J. Fitte. Crónicas del Atlántico Sur).
Peter D. Jeans, en su libro "Mitos y leyendas del mar", consignó la fecha del hallazgo veinte años después. Allí reflejó lo escrito por el capitán en su cuaderno de bitácora, “que dejaría impresionados y perplejos a los conocedores del mar (…) la enorme muralla de hielo empezó a desgajarse con gran estruendo y los acantilados de hielo se precipitaron al mar”, de pronto comenzó a “aparecer lentamente un barco, del interior de una de las brechas abiertas en la pared de hielo (…) las velas no eran más que unos jirones congelados y el barco estaba gravemente dañado, pero seguía a flote”.    
Pero el espanto aumentaría al subir a cubierta y encontrar a “la tripulación de aquel naufragio flotante: siete hombre de pie, envueltos en una capa de hielo tan duro como el acero, como si se trataran de estatuas de piedra”.
Cuando el capitán Brighton “abrió el camarote del capitán, se encontró con un hombre sentado frente a su escritorio, con una pluma en la mano para escribir en el cuaderno de bitácora; se trataba sin duda del capitán de la embarcación siniestrada. Brighton le dirigió algunas palabras pero el hombre permaneció callado, ya que estaba muerto y congelado hasta la médula. Entonces el capitán Brighton consultó el cuaderno de bitácora: el barco era una goleta inglesa llamada “Jenny”, que había recalado por última vez en el puerto peruano de Lima. La última anotación afirmaba que “llevamos 71 días sin comida. Soy el único que queda con vida”.

Autor : Bernardo Veksler
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