ste día, un escape de gas, producido por causas ajenas a la institución, provoca una violenta explosión en la sucursal Río Grande del entonces Banco del Territorio Nacional de Tierra del Fuego y destruye prácticamente todo el edificio.
El suceso conmovió a la ciudad del norte fueguino y se erigió en un pesado obstáculo para el impulso inicial de la institución oficial.
A fines del año anterior el banco fueguino había obtenido la autorización del Banco Central para su funcionamiento, luego de que el gobierno del Territorio adquiriera “el paquete accionario de Río Grande Compañía Financiera S.A.”. Pero, la vida institucional tuvo un comienzo previo, “cuando el 21 de setiembre de 1981, arriban a la ciudad de Río Grande, los primeros ocho funcionarios que tuvieron a su cargo la organización de la institución” (Arnoldo Canclini. Ushuaia 1884 -1984).
Para el funcionamiento de ese personal “se alquiló el que sería el centro de operaciones de la organización bancaria, vivienda de los organizadores y también lugar para comer. Se trataba de una casa con varias habitaciones, cocina – comedor y living, ubicada en la calle Thorne 395, frente a la entrada del Batallón de Infantería de Marina N°5, por su parte las operaciones se concretaban en Rosales y Estrada, local de la ex financiera”.
El 4 enero de 1982 se había inaugurado, en Monseñor Fagnano 775, la primera sede del banco. “Entonces todo pareció mejorar. Había un lugar para operar bancariamente, que reemplaza con ventajas, al local de la primitiva financiera. Esto permitió que los sectores directivos y ejecutivos, que aún seguían desenvolviéndose en Thorne 395, pudieran alejarse de las cacerolas, en sus horarios de trabajo. Las caminatas en compañía del viento, ahora eran obligatorias para trasladarse de un local a otro, pero siempre servían para despejarse”
Pero, la suma de hechos auspiciosos para la entidad se enfrentó, veinte días después, con el siniestro y la destrucción total de la flamante sucursal.
Los trabajos de reconstrucción se iniciaron de inmediato y en marzo se logró reabrir la sede siniestrada.
Pocos días después, se abrió “la Casa Central y Sector Operativo en la ciudad de Ushuaia”, que “empezó a funcionar en un pequeño sector de la planta baja y todo el primer piso del edificio situado en San Martín y Roca”.
