Volvió a Bahía Blanca el velero que homenajeó al Crucero General Belgrano en el lugar donde se hundió
Final para una travesía de 30 días que pasó por Ushuaia

Volvió a Bahía Blanca el velero que homenajeó al Crucero General Belgrano en el lugar donde se hundió

El “Galileo” de la fundación bahiense Malvinas Argentinas cumplió el objetivo de recorrer los últimos lugares por donde pasó el Belgrano antes de su hundimiento. Además transportó desde Ushuaia la imagen de “Nuestra Señora de Malvinas” que estaba emplazada en el monumento a los caídos durante la guerra de 1982. Ayer arribó al puerto de Ingeniero White.
14/02/2017
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l velero “Galileo” cuyos tripulantes realizaron una travesía de 30 días por el mar austral para homenajear a los fallecidos en el Crucero General Belgrano en el sitio de su hundimiento, durante la guerra de Malvinas, retornó ayer a la tarde al puerto de Ingeniero White, en la ciudad de Bahía Blanca, “en perfectas condiciones y tras haber cumplido todos los objetivos”, confirmaron los responsables de la expedición.
La embarcación que pertenece a la fundación bahiense Malvinas Argentinas amarró en la terminal portuaria pasadas las 18, en medio de un gran recibimiento, luego de haber llegado a los principales puntos geográficos que recorrió el crucero antes de ser hundido por los torpedos del submarino HMS Conqueror, el 2 de mayo de 1982.
La tripulación liderada por el ex combatiente y sobreviviente del Belgrano, Nilo Navas, logró llegar hasta las proximidades del sitio exacto del hundimiento (ubicado en los 55 grados 24 minutos de latitud sur, y los 61 grados 32 minutos de longitud oeste) donde arrojaron al mar una caja metálica hermética, conteniendo cartas de familiares de las víctimas y otros objetos como flores, rosarios, remeras y banderas.
También lanzaron al agua una botella con el logo de la Fundación Malvinas y un mensaje escrito en español e inglés, que rinde honores a los soldados que perdieron la vida durante el conflicto bélico con Gran Bretaña.
El velero pasó por el faro de San Juan de Salvamento, conocido como “Faro del Fin del Mundo”, el mismo que inspiró la mítica novela de Julio Verne, y visitó la ciudad de Ushuaia, donde se encuentra el último puerto que tocó el Belgrano antes de ser hundido.
En la capital fueguina, los tripulantes del Galileo recibieron el pedido de ex combatientes locales, de trasladar a Buenos Aires una imagen de “Nuestra Señora de Malvinas” que se encontraba emplazada en el monumento a los caídos en la guerra de la misma ciudad.
La figura religiosa bendecida en Roma por el Papa Francisco, y que acompañó la última parte de la travesía, también llegó al puerto bahiense y en los próximos días iniciará una peregrinación por todo el país, a pedido de la Comisión Nacional de los Familiares fallecidos durante el conflicto.
“Estamos terminando un viaje sin palabras, un anhelo de muchos años. Un orgullo que perdurará en todos nosotros”, sostuvo Navas en dialogo con EDFM.
El veterano contó que la navegación “muy dura” producto “de las condiciones climáticas que suelen imperar en el Atlántico sur”, aunque “pudimos sortear todos los obstáculos y ello convierte al viaje en exitoso, además de muy emotivo y difícil de definir sin soltar algunas lágrimas”, confesó el sobreviviente del Belgrano.
El velero había partido de Ingeniero White el 15 de enero, con seis tripulantes a bordo: el capitán, Andrés Antonini, su hijo Facundo, responsable de la radarización y las comunicaciones, Jorge Patoco, Mario Monserrat (contramaestre) Matías Miguez (encargado de cubierta y navegante) y el propio Navas.
Patoco y Miguez tuvieron que bajarse en Ushuaia y regresar a Buenos Aires en avión, por razones laborales, por lo que la última parte del periplo se realizó con solo cuatro personas.
“Es una tripulación de lujo. Sin ellos nada hubiera sido posible. Fueron 5000 kilómetros y 30 días de convivencia. Durante el regreso, al ser menos, las guardias fueron más repetidas y hubo menos descanso, pero nos sobrepusimos a todo”, relató el impulsor de la iniciativa.
Según Navas, el momento del homenaje en la zona del hundimiento fue “estremecedor”, ya que había “olas gigantes dentro de un mar embravecido que casi imposibilitaba la navegación. Pudimos filmarlo y fotografiarlo, aunque recién ahora, en tierra, podremos editar el material y difundirlo para que la gente conozca lo que vivimos”, describió.
La imagen de la Virgen, que de acuerdo al relato de los navegantes les proporcionó “una protección extra en la travesía”, será trasladada por una comitiva de ex combatientes hasta la catedral de Bahía Blanca.
La figura quedará en el lugar hasta el miércoles 22, en que se oficiará una misa antes de que sea llevada a Capital Federal, para el inicio de su peregrinaje por todo el país.
“En lo personal significa cerrar el círculo de un desafío pendiente, algo que empezó como un sueño lejano y hoy es pura realidad. Galopamos olas y llegamos adonde queríamos, no solo en la geografía, sino adentro de nuestros corazones”, afirmó Nilo Navas a minutos de concluir el homenaje náutico que tardó dos décadas en cristalizar, y que revolvió recuerdos de una guerra concluida hace casi 35 años.

Perfil del ex combatiente que lideró el homenaje al Belgrano

Profesor de economía y conductor de radio

El hombre que lideró la expedición de 30 días en velero por el mar austral, para homenajear a las víctimas del Crucero General Belgrano en el lugar de su hundimiento, es un sobreviviente de aquel episodio de la guerra de Malvinas, pero también un docente de economía y un conductor radial que soñó la expedición “como un viaje a la Luna”.
Nilo Navas es el vicepresidente del Centro de Veteranos de Guerra de Bahía Blanca y el titular de la Fundación Malvinas Argentinas de la misma ciudad, aunque se gana la vida desde hace 30 años como profesor y en los ratos libres conduce un programa de radio.
“El tema de viajar en velero hasta el sitio del hundimiento lo tenía en la cabeza desde hacía 20 años. Al principio era un desafío imposible. Era como decir: quiero ir a la Luna. Y de pronto, todo empezó a tomar forma”, contó Navas en dialogo con EDFM.
El veterano del conflicto bélico de 1982 combinó siempre sus tareas laborales con su vocación por difundir y mantener presente la causa Malvinas, y lo hizo buscando “las mayores metas que uno puede proponerse”.
El programa de radio “El Crucero General vive”, difundido por FM de las Américas de Bahía Blanca, y co conducido por él, obtuvo el Martín Fierro Federal 2012, en la categoría “divulgación histórica”.
Para esa iniciativa se asoció con los ex combatientes Héctor Luis Bollo y Rubén Fusco, y también con Vicente Torreiro, corresponsal de la Revista Cuaderno.
“Pero la idea del viaje en barco seguía dando vueltas y así apareció el Galileo, un velero oceánico que además tenía el ingrediente de haber estado en Malvinas en 2008, por un viaje de sus anteriores dueños desde las barrancas de San Isidro”, contó Navas.
Los pasos siguientes tampoco fueron sencillos: además de la embarcación, el veterano bahiense consiguió el apoyo de empresas y sindicatos para costear los insumos y los víveres necesarios en la travesía.
“Un año de organización y de preparación de la logística. Los contactos con tierra, las comunicaciones a través de radio operadores, todo se tuvo en cuenta. Y lo más importante: seleccionar a una tripulación de lujo, que estuvo a la altura de las circunstancias”, describió el ex combatiente.
Después comenzó el viaje y sus imprevistos: los vientos que le hicieron perder la hélice del motor en Isla de los Estados, la llegada a Ushuaia navegando solo a vela, el transporte de la virgen de “Nuestra Señora de Malvinas”, a pedido de veteranos de la capital fueguina, el homenaje en la zona del hundimiento en medio de un temporal y el lento regreso a casa.
“Navegaba y pensaba que por el mismo lugar habíamos pasado con el Belgrano hace 35 años. Hasta encontré las rocas de Isla de los Estados donde hicimos fuego de artillería. Fueron recuerdos que se me vinieron todos de golpe”, rememoró el profesor de Economía.
Navas dice que cuando dicta clases, conduce un programa, brinda charlas o navega en un velero, siempre “pone todo” para llegar al objetivo.
“Soy arriesgado, desde siempre. Y más todavía cuando se trata de defender la causa Malvinas. Eso no lo puedo cambiar”, confesó.
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