Instalan la primera factoría pesquera de la Patagonia austral
El 3 de marzo de 1790

Instalan la primera factoría pesquera de la Patagonia austral

03/03/2017
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ste día, la expedición española comandada por el teniente de fragata Juan Muñoz arriba a la ría de Puerto Deseado y elije la costa norte, al oeste de punta Cascajo, para instalar una factoría “con el propósito de efectuar la pesca de ballenas, obtener grasa salazón y curado de cueros”. El emprendimiento estaba patrocinado por la Real Compañía Marítima, recientemente creada por el rey Carlos IV (Leoncio Deodat. Descubridor de Historias).
Muñoz, además de la factoría lobera, dispuso la ejecución de algunas obras defensivas “era un paraje que convenía al estado mantenerlo firme”.  Se construyó el “Castillo de San Carlos con un cuarto reservado para pólvora y utensillos, una bodega para víveres con su azotea  de tablas y las paredes de piedra para arriba y en la azotea tres troneras a los cuatro vientos para hacer fuego a todas partes”, donde se hallan “cuatro cañoncitos para prever ataques de indios”.
Otra obra fue el Castillo de Todos los Santos, una “especie de fortaleza de ocho troneras hechas con tablas, terraplén de arena y fagina, cuatro miran a la entrada del puerto y cuatro a la parte sur”, también “se han puesto ocho troneras cuatro cañones para todas partes; esta fortaleza tiene su asta de bandera para enarbolarla cuando viene una embarcación”.
A estas construcciones se sumaron otras fortificaciones, con el evidente propósito de establecer una red defensiva frente a posibles incursiones de potencias rivales, sobre todo de los británicos.
 El proyecto del monarca castellano establecía la construcción de dos establecimientos patagónicos “para la pesca de ballenas y, para impedir que otras naciones lo hagan”.
La expedición, compuesta por cuatro veleros, había zarpado de Santander a fines de noviembre de 1789 y trasladaban 220 personas.
Una vez en el lugar “se abocaron al cultivo de una huerta, pero esta fracasó por las duras condiciones climáticas”. Las dificultades para proveerse de alimentos originó una viaje a Buenos Aires “en busca de víveres”, pero los solicitantes regresaron “con mucho menos de lo requerido por problemas económicos”.
Los vaivenes de la producción y la crisis económica de la corona generaron muchas dificultades y la conclusión  de que no era un emprendimiento rentable. En 1806, al enterarse de las invasiones inglesas en el Río de la Plata, se decide abandonar por completo el asentamiento.

Autor : Bernardo Veksler
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