arlos Gardel estrena el tango “Amor perdido”, que describe las vicisitudes de una muchacha cuyo novio purga una condena en Ushuaia. Comparte la autoría de la letra con José Razzano y la música con Eduardo Bonessi,
La estrofa inicial pinta el cuadro de una joven muy codiciada por los guapos de su barrio: “Linda muchacha de genio alegre. Que en los floreos del arrabal, no sabe nunca cuál es la senda donde le ofrecen, el bien o el mal (…) Ha enloquecido, la muchachada. Se la disputan, fiera y brutal, hoy se broncaron y corrió sangre por la sirena del arrabal”.
En tanto, el novio penaba “en la isla de los esclavos”, en la cárcel “uno vigila cuando saldrá, dicen que llora su amor perdido la musa trágica del arrabal. Y en el invierno, cuando la nieve llena de frío su alma mortal, escribe versos, compone estilos para la infame del arrabal”.
No es la única canción de Gardel que alude al presidio. En “Al Pie de la Santa Cruz”, se refiere a los recurrentes conflictos obreros y a la descomunal represión de los gobiernos de las primeras décadas del siglo pasado. En un tramo de la canción menciona a un activista detenido y embarcado con destino a Ushuaia, que con “los pies engrillados, cruzó la planchada... La esposa lo mira, quisiera gritar, y el pibe inocente que lleva en los brazos le dice llorando: –"Yo quiero a papá"–. Largaron amarras y el último cabo vibró, al desprenderse, en todo su ser; se pierde de vista la nave maldita y cae desmayada la pobre mujer”.
La temática elegida alimentó de alguna manera la controversia existente entre historiadores y gardelianos sobre la supuesta presencia de Gardel como interno del presidio fueguino.
La conjeturada permanencia de Gardel en Ushuaia está rodeada de versiones y comentarios contradictorios. Una de las presunciones es que fue enviado al penal por ser infractor de la ley 3335 de reincidencia. La búsqueda de confirmación de esta especie se enfrentó a la aparente desaparición de la documentación pertinente y, los que sostienen esta hipótesis, aseguran que fueron sustraídos por un alto funcionario.
En 2012, se anunció que una copia de ese prontuario había sido hallada. Allí se señala que Gardel tenía antecedentes de estafador. No obstante, los gardelianos refutaron esa versión con el argumento de que en ese tiempo usaba todavía el apellido original de Gardes y no el artístico de Gardel.
