Operaron en Ushuaia y Río Grande entre 2015 y 2016

Procesaron por estafas reiteradas a los responsables de las financieras Grupo Xerox y TDF Group

Se trata de Roberto Luzzi y Marcelo Pereyra. La Justicia comprobó 37 casos en los que defraudaron a los clientes, haciéndoles pagar cuotas y adelantos financieros, o recibiendo autos o planes de ahorro, a cambio de bienes que nunca se entregaban. En total habrían estafado gente por casi 3 millones de pesos en ambas ciudades. También sobreseyeron a diez empleados de las empresas tras verificarse que no estaban al tanto de la maniobra.
29/05/2017
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os dos máximos responsables de las financieras “Grupo Xerox SA” y “TDF Group SRL” que operaron en Ushuaia y Río Grande durante 2015 y 2016, fueron procesados por la Justicia como responsables penales de 37 estafas reiteradas a clientes de ambas ciudades, quienes pagaron cuotas, entregaron vehículos, planes de ahorro o sumas de dinero en efectivo, pero nunca recibieron los bienes que las compañías ofrecían venderles.
Tanto Roberto Carlos Luzzi como Marcelo Ariel Pereyra, caras visibles de las compañías en la provincia, fueron hallados “prima facie coautores materialmente responsables del delito de estafa reiterada” por el juez penal de Ushuaia Javier De Gamas Soler, que resolvió la situación procesal de los acusados a través de un fallo dictada el pasado 22 de mayo y que trascendió en la víspera.
La medida judicial determinó embargos de $1.750.000 sobre cada uno de los acusados, luego de establecer que el accionar de las financieras habría originado un perjuicio total de $2.787.355 más las costas del proceso.
Además, Luzzi y Pereyra tendrán que seguir reglas de conducta para no ir presos, como cumplir con la prohibición de salida del país, comparecer cada vez que lo cite la Justicia e informar cualquier cambio de domicilio.
El mismo fallo sobreseyó a diez personas que se desempeñaron como empleados de las financieras, y que habían sido indagadas como presuntos cómplices de las maniobras defraudatorias, algo que finalmente no se comprobó.
De Gamas Soler reconstruyó a lo largo de 2800 fojas de expediente cómo fue el “patrón delictivo” que siguieron los imputados para llevar adelante las 37 estafas que fueron demostradas en la causa.
Primero formaron la empresa Grupo Xerox SA en octubre de 2015, a través de Andy Mairena Luzzi -hija del ahora procesado- con sede en la calle Onas 225 de Ushuaia.
La financiera, que apuntaba a ser una representación de la casa madre del mismo nombre con sede en Córdoba, era administrada por Luzzi y por Pereyra, y comenzó a realizar actividades comerciales un mes después de fundada.
El negocio ofrecía financiación para la compra, construcción o ampliación de viviendas, y para la adquisición de vehículos.
Para ello suscribía con cada cliente un contrato, que obligaba al pago de seis cuotas iniciales, además de gastos administrativos, y que abría la puerta para que después se realizara una “propuesta económica”, consistente en la entrega de un auto usado, una suma importante de dinero o los derechos sobre algún plan de ahorro previo.
Sin embargo, luego de formalizados estos pasos, la empresa “no daba curso” a la entrega de los bienes comprometidos, y en cambio “echaba mano a distintas excusas para la postergación de lo pactado, sin concretar nunca la entrega o construcción de bien alguno”, indica el fallo.
En el caso de Grupo Xerox, el comercio apareció cerrado en febrero de 2016, y los damnificados comenzaron a recibir llamados de una persona que les ofrecía pasar su financiación a otra empresa que acaba de constituirse, llamada “TDF Group SRL” con sedes en Gobernador Paz 1220 de Ushuaia y Belgrano 866 de Río Grande.
TDF Group fue constituida el 9 de febrero de 2016 por Luzzi y por Pereyra, y la gran mayoría de sus empleados eran los mismos que antes habían estado en Xerox.
Luzzi pasó a desempeñarse como gerente de la sucursal Ushuaia y Pereyra de la sucursal Río Grande.
A los clientes les ofrecían reconocerles los pagos realizados a Xerox, pero con la condición de que suscribieran un nuevo contrato con TDF Group, lo que implicaba pagar nuevamente las seis cuotas iniciales. Algunos aceptaron, y otros realizaron las primeras denuncias por estafa que se comenzaron a acumular en tribunales.
En total se documentaron 37 casos de defraudaciones similares, todos con una modalidad parecida y producidos hasta que finalmente TDF Group cerró sus puertas en octubre de 2016.
El juez interpretó que los acusados planearon “la forma en que operarían para defraudar a sus incautos clientes, mediante la creación de una empresa financiera con apariencia de confiabilidad, con oficinas modernas ubicadas en el centro de cada ciudad y con papelería donde figuraban palabras como trayectoria, responsabilidad y experiencia”.
Cuando pasaron los primeros seis meses de Xerox (y había que empezar a cumplir los compromisos) formaron TDF Group, llevándose la lista de clientes para continuar con la maniobra delictiva.  
Según De Gamas Soler, los empleados solo “cumplían las funciones que les asignaban” por lo que “no es posible afirmar en esta instancia que hubieran participado del ardid defraudatorio”, indica el magistrado en la resolución donde también se desestima que Luzzi y Pereyra hayan actuado en combinación con los responsables de Xerox en la provincia de Córdoba.

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