l incremento de la desocupación de los trabajadores fueguinos tiene como derivación directa: el retroceso de la actividad comercial. “La caída de las ventas alcanza el 30% en el rubro alimentos y supera el 50% en vestimenta y artículos para el hogar”. Esta depresión de la demanda ha originado “continuos despidos de personal, imposición de reducción de salarios y morosidad en el pago de salarios y cargas sociales, también ha generado una cantidad importante de comercios que cerraron sus puertas” (Suplemento diario Tiempo Fueguino 10 años).
La situación que afectó a la sociedad fueguina fue recordada con una ampliación de la descripción: “Las cifras récord de desocupación ha escandalizado a la opinión pública y obligaron a las autoridades a ensayar todo tipo de explicaciones sobre las causas de esa calamidad”. Además, se añadieron otros indicios de la crisis: “récord de cierres de cuentas bancarias y de cheques rechazados, morosidad en la cancelación de créditos y tarjetas, ruptura en la cadena de pagos, presiones de las entidades financieras para cobrar y/o ejecutar prendas o hipotecas, etc.”.
Las quejas de los comerciantes fueguinos se hicieron escuchar: “denuncian una situación verdaderamente crítica, que llega a reflejarse en un rubro que es el último que el consumidor decide achicar: los alimentos. La Cámara de Comercio de Ushuaia afirma que los negocios que expenden alimentos y comidas, han sufrido una merma de las ventas que supera el 30% (…) También se reflejan en la morosidad y la morosidad de las cuotas de los asociados de las cámaras de comercio. En la entidad de la capital provincial, un 5% de los asociados han renunciado a la cámara y otro 10% presenta morosidad en el pago de sus cuotas. La Cámara de Comercio de Río Grande ha sufrido una merma de asociados del 32% por no poder hacer frente al pago de las cuotas o directamente, por haber dejado de operar. Del total de bajas sufridas por esta última entidad, el 38% fue por cierre de sus actividades”.
El artículo también reflejó otra consecuencia “de la crisis del comercio es la ofensiva de muchas empresas, aprovechando la caída de las ventas, para producir cambios en la relación laboral, disminución de los salarios, pasar a algunos trabajadores “en negro”, aumentar la jornada laboral o una demora pronunciada en el pago de los haberes” (op. cit.).
