ste día, el marino inglés John Davis da cuenta de las dificultades que se le presentan cuando se aproxima “al Cabo con niebla muy espesa”, al introducirse con su barco “Desire” en el estrecho de Magallanes. Por la falta de visibilidad, los oficiales recién pudieron fondear “esa misma noche (…) a diez leguas de distancia de aquél” después de pasar “la primera y segunda angosturas” (Laurio H. Destefani. Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur, ante el conflicto con Gran Bretaña).
La expedición de Davis trascendió al ser tomada por los británicos como la que descubrió, cuatro días antes, las islas Malvinas y plantear los derechos que ese hecho fortuito les otorgaba.
Londres se basó en un párrafo del relato de Davis, donde afirmó: “El día 9 soportamos una fuerte tempestad, lo que nos obligó a ponernos a palo seco, pues nuestras velas no estaban en condiciones de soportar gran esfuerzo. El día 14 fuimos echados entre ciertas islas nunca descubiertas antes, y de las que ningún relato conocido hace mención; yacen a cincuenta leguas más o menos de la costa, al nordeste del Estrecho…”
Uno de los elementos tomados para contrarrestar este supuesto descubrimiento fue que “Davis, era desertor (…) de la expedición corsaria de Thomas Cavendish y (…) debió descubrir algo para mejorar su situación personal, al regresar a Inglaterra”.
Otro argumento utilizado fue que el “relato de su viaje y descubrimiento fue publicado por John Jane, uno de sus tripulantes, recién en 1600, es decir ocho años después” y la “versión inglesa es sospechosamente semejante a la de “Islario” de (Alfonso de) Santa Cruz de 1541”.
Este texto señaló que “la costa sueste hasta dentro de una gran baya por casi quarenta leguas y desde la baya bolver al noreste casi por cinquenta hasta un cabo que está junto a una baya dicha Yslas la cual está en en medio de dos cabos y delante della dos isletas. Toda la costa dicha está llena de bayas grandes y pequeñas, la cual también descubrió el armada del Obispo de Plazencia”.
La nave “Incógnita” de la expedición del obispo habría divisado las Malvinas en 1540.
Davis, “un marino capaz e ilustrado”, no podía desconocer esos antecedentes y “aumenta la sospecha de que el descubrimiento inglés se basó en otro español anterior, que por semejanza de redacción, no puede ser más que el “Islario” de Santa Cruz” (op.cit.).
