ste día, la Legislatura Territorial sanciona la Ley 487, que en su único artículo declara “área de Reserva Recreativa Natural al sector denominado Laguna del Diablo cuya denominación catastral es Sección L Macizo 29 de la ciudad de Ushuaia, de acuerdo a la Ley Nº 352 Capítulo 15”. Estando la administración y el control de la reserva bajo responsabilidad de la Municipalidad de Ushuaia.
De esa manera, el tradicional espacio recreativo de los vecinos se convirtió en un área protegida dentro del ejido urbano de la ciudad. La superficie de la reserva abarca tres hectáreas, donde conviven las características de las ecorregiones de bosque andino patagónico y turberas.
El mayor interés de los vecinos se despierta en la época invernal, cuando la laguna se congela en su totalidad, lo que permite la práctica del patinaje sobre hielo y otras actividades recreativas, que pueden extenderse hasta horas nocturnas por la existencia de luz artificial.
A pesar de ser un tradicional sitio recreativo, su denominación produjo curiosas iniciativas de modificación propiciadas por autoridades del municipio local y rápidamente apoyadas por pastores de distintas iglesias, al intentar exorcizar el lugar rebautizándolo como “Laguna de los Ángeles”.
Pero, la propuesta mereció fuertes rechazos de la oposición, que consideró una “arbitrariedad” el intento y que no podía llevarse a cabo por existir la ley que la había convertido en reserva, identificándola de esa manera. También, numerosos vecinos se expresaron en las redes sociales y medios locales, y se lanzó una votación en Internet para juntar firmas en contra de la propuesta del Ejecutivo, planteando que no podía adjudicarse un carácter peyorativo a su denominación.
La búsqueda de las razones del diabólico nombre llevó a encontrar sus fuentes en los antiguos pobladores, quienes comentaban que los nativos de la zona tenían prohibido acercarse a la laguna porque allí habitaba un ser maligno que devoraba a los animales, que todo el que se acercara a sus aguas desaparecía. Pero una vez que los forasteros ingresaron a esas tierras el mito fue incorporado a la realidad, ya que testimoniaron que en sus aguas desaparecieron vacas, perros y hasta vehículos. Las razones de esos misterios estarían en la indefinida profundidad de la laguna, que hizo surgir la hipótesis de que no contaba con fondo y que tenía vasos comunicantes con el mar.
