l juez del Juzgado de Instrucción Nº1 de Río Grande, Daniel Cesari Hernández, procesó por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, y agravado por su condición”, al ex sacerdote de Río Grande Cristián Vázquez, en una causa donde se investiga el presunto sometimiento de una chica que tenía 12 años al momento del episodio.
Vázquez, quien se encuentra separado de su cargo por decisión del Obispado de Río Gallegos desde poco después de que el caso se hiciera público, en noviembre de 2016, continuará en libertad, ya que el juez consideró que “se mantuvo a derecho en todo el proceso” y que “no existen riesgos procesales”, aunque le impuso una prohibición de acercamiento y contacto con la supuesta víctima.
La denuncia fue radicada por la madre de la menor y los hechos que se investigan judicialmente habrían tenido lugar en 2013, cuando la mujer y su hija concurrían en forma asidua a una parroquia del barrio de Chacra II de Río Grande donde Vázquez se desempeñaba.
De acuerdo al relato de la chica, que recién pudo hablar del tema cuando tuvo 16 años, el sacerdote abusó de ella en una oportunidad que concurrió a la casa del religioso, si bien habrían existido otros dos hechos más.
El juez Césari Hernández entendió que existe “el grado de sospecha exigido en la etapa de instrucción, que permite considerar (al sacerdote) en forma preliminar, como autor penalmente responsable de los delitos que se le imputa”.
El abogado de la querella, Francisco Ibarra, había declarado que analizadas todas las evidencias “no cabe duda de la acreditación del hecho que requiere esta instancia”.
“Tenemos no solamente la declaración de la víctima sino también una serie de pericias y declaraciones testimoniales que nos permiten estar en esta situación. Las pericias psicológicas le dieron veracidad a la declaraciones de la menor”, había dicho el letrado.
Por su parte el abogado defensor, Javier Da Fonseca, había señalado que su cliente es “inocente” y que “la causa no cuenta con los elementos necesarios para sostenerse”.
Vázquez había sido indagado en abril de este año por el juez subrogante Sergio Dieguez, y desde entonces no se habían registrado novedades en el caso.
Ahora Césari Hernández entendió que existen pruebas para dictar el procesamiento del religioso y explicó que el agravamiento de las figuras delictivas que le imputa está fundado en su condición de “ministro de un culto religioso reconocido de la ciudad de Río Grande”.
El caso de Vázquez no es el único en Tierra del Fuego, ya que otro sacerdote que desarrolla su ministerio en la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, Daniel Omar Acevedo, fue separado del cargo a raíz de la denuncia por presunto abuso sexual que formalizó en Ushuaia un joven de 23 años, el 13 de noviembre de 2016.
El denunciante se presentó en la Comisaría de Minoridad y Familia de la capital fueguina y expuso que cuando tenía 15 años, el cura acudió unas vacaciones a su casa natal en la ciudad de Resistencia, Chaco, e intentó abusar de él.
Dijo que dos años después, cuando tenía 17 años, se repitió un hecho similar en el mismo sitio, y que al año siguiente el joven se mudó a Ushuaia donde volvió a ser contactado por Acevedo y se habría producido un tercer intento de abuso.
La causa judicial por este caso tramita en el Juzgado de Instrucción de Segunda nominación de Ushuaia, a cargo del juez Javier De Gamas Soler, quien dispuso una serie de medidas probatorias, aunque se discute allí una cuestión de competencia con otras jurisdicciones.
