n la edición de este día, el diario “La Nación” publica un artículo donde sostiene la perspectiva turística que presenta Ushuaia, a partir de que, un par de años atrás, “una agencia norteamericana especializada en organizar excursiones a los más exóticos e inaccesibles lugares del planeta, incluía a Ushuaia en un itinerario a la Antártida, a un elevado costo por persona. La inhóspita capital de Tierra del Fuego, confinada por muchos años a ser sede de un presidio, se volcaba súbitamente a los exigentes requerimientos de turistas extranjeros”.
Arturo Gustavo Prins, el autor del artículo, sostenía que “la ciudad más austral del mundo, iniciaba entonces un ritmo de vida infinitamente más intenso, al punto que ha evolucionado más en estos dos últimos años que en sus 82 anteriores”.
Luego, pasa a describir la pequeña población: “Las 15 cuadras de largo y 5 de ancho que conforman por el momento la ciudad ya no ofrecen el deprimente aspecto de otrora, cuando no había en las inmediaciones más que el medio millar de penados que habitaban en lo que es hoy la Base Naval. Coloridas vidrieras con radios, porcelanas, baterías de cocina y hasta televisores permiten a sus habitantes (2800 varones y 1600 mujeres) obtener las mismas cosas que ofrecen las grandes ciudades”.
Prins continúa señalando los avances de la ciudad, elogia el cierre del presidio y la reciente inauguración del “imponente hotel Albatros”, que “contribuyeron a que Ushuaia dejara de ser la “tierra maldita” y tuviera un destino de absoluta dignidad. Otros factores ayudaron en ese proceso: en octubre del año pasado (…) Ushuaia mostraba por primera vez la figura de un pingüino en una pantalla de TV. Era la señal de que nacía LU87 Canal 11, que hoy difunde, a través de 800 aparatos, 5 horas diarias de programación. Una radio y dos cines desempeñan su papel, también para satisfacer la necesidad de esparcimiento de los vecinos, y 6 escuelas hacen que Ushuaia tenga el porcentaje más bajo de analfabetismo en el país. Hay un automóvil cada 9 habitantes, índice récord en la Argentina, y dos hospitales y dos clínicas privadas…”.
Finaliza el artículo describiendo la bahía “donde se conjugan la naturaleza y las obras de los hombres. Los montes nevados que la rodean, su exuberante vegetación y el canal de Beagle a su frente la convierten en uno de los lugares más pintorescos del mundo”.
