Anuncian a tripulantes que buscan un paso al sur del estrecho
El 25 de octubre de 1615

Anuncian a tripulantes que buscan un paso al sur del estrecho

25/10/2017
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ste día, el capitán Willem Schouten reúne a la tripulación de los navíos “Concordia” y “Hoorn”, que habían recalado en Sierra Leona, para informarles sobre los objetivos del viaje emprendido: “enterados del propósito de hallar un nuevo pasaje más abajo del Estrecho de Magallanes, en las proximidades de la Tierra Austral, (…) dieron muestras los marinos de una desbordante alegría inspirada por la esperanza de obtener enormes provechos” (Ernesto J. Fitte. Crónicas del Atlántico Sur).
El optimismo estaba fundado en la posibilidad de generar una nueva vía de tránsito hacia Oriente. “Holanda gozaba de una prosperidad económica jamás sospechada; la poderosa Compañía de las Indias Orientales conseguía pingües ganancias, y con el apoyo de los hombres de gobierno que tenían cuantiosas inversiones en la misma, obtuvo para sí, la exclusividad de utilizar la ruta del Estrecho de Magallanes y del Cabo de Buena Esperanza, como vías de acceso a las lejanas regiones donde podía adquirirse las codiciadas especias que el Viejo Mundo pagaba después a valor de oro”.
Para intentar eludir ese monopolio, el comerciante Isaac Le Maire reunió información que le permitió sacar la conclusión que era posible encontrar un nuevo paso interoceánico, hasta ese momento desconocido. Así armó la escuadra con el “Concordia”, un barco que desplazaba 360 toneladas, con una tripulación de 65 hombres y que contaba con 19 cañones; y el “Hoorn”, con 110 toneladas, 22 marineros y ocho cañones.
Logró la autorización de Mauricio, príncipe de Orange y almirante general de los Países Bajos, para “ir a los Imperios y Reinos de Tartaria, China, Japón, India del Este, Tierra Austral, Islas y Tierras de la Mar del Sud, y de otras que llegasen a descubrir en la Isla de Rotta, en los Pasajes del Norte o del Sud, y demás que pudiesen encontrar para contratar en todas partes alianzas con los habitantes, comerciar, comprar y vender toda suerte de mercaderías, sea de pieles, de seda, especies, perlas y piedras preciosas; y traerlas y venderlas en estas Provincias, y de llevar otras, todo ello con permiso y consentimiento de los magistrados” (op.cit.).  
El 29 de enero de 1616, los esfuerzos se vieron coronados al poder divisar desde la cubierta del “Concordia” el accidente geográfico más austral del continente americano y comprobar la hipótesis que inspiró la expedición.

Autor : Bernardo Veksler
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