ldquo;No hay dudas de que debemos regular” sobre la tolerancia cero en el alcohol al volante “pero no podemos caer en una norma de tinte estrictamente recaudatorio”, dijo Verónica González, concejal que participó ayer de una reunión para abordar un proyecto de seguridad vial donde se elimine el mínimo de 0,5 gr/l de alcohol en sangre a los automovilistas.
El Director de Seguridad Vial de la Provincia Jorge Oyarzun, fue invitado a participar del encuentro, donde brindó su punto de vista y habló de los escollos legales que existen para implementar una normativa que hable de “tolerancia cero”, haciendo mención a lo que ocurre en otras Provincias, donde infracciones han podido ser revertida en Tribunales, debido a que el test de alcoholemia nunca tiene un 100% de certeza.
El Concejo quiere avanzar en una Ordenanza más severa respecto a las personas que manejan vehículos en estado de ebriedad, debido a que los índices de casos no bajan a pesar que las multas son onerosas y prueba de ello es que el fin de semana ocurrieron dos hechos graves en Río Grande, uno de ellos con una persecución policial en el medio, con el riesgo que ello representó en las calles.
Sobre la regulación de la tolerancia cero, existe un proyecto de Ordenanza que remitió el Ejecutivo Municipal y que cuenta con el apoyo de la asociación civil “Luchemos por la Vida” que, el año pasado, brindó una conferencia ante la comunidad y apoyó fuertemente la iniciativa de aplicar una Ordenanza para dejar de tolerar un mínimo de graduación de alcohol en los conductores.
Otro asunto fue presentado por la concejal justicialista Miriam Mora y es en consonancia con el proyecto de ley que impulsa el senador Julio Catalán Magni, para que sea una normativa nacional, a la cual adhieran las Provincias y las Municipalidades. Al respecto también, vale mencionar, que en la Legislatura, el legislador de ese mismo espacio político, Federico Bilota, presentó un proyecto para ser abordado este año.
Para la semana que viene se programó un nuevo encuentro para avanzar en el proyecto, de manera de llegar a una propuesta que no tenga vacíos legales y que pueda “caer en saco roto”, sin conseguir el objetivo de eliminar la conducta de las personas que salen a conducir en estado de ebriedad.
