ste día, con la firma del presidente Julio Argentino Roca y del ministro Joaquín V. González, se promulga la Ley Nacional de Territorios. La norma establece en una de sus disposiciones que el pequeño conglomerado de Río Grande se convierta en capital del Departamento San Sebastián, en el norte fueguino.
Para entonces sólo contaba con una comisaría, un boliche y una estafeta postal, habilitada el año anterior. No obstante, la estancia “Primera Argentina” desplegaba una intensa actividad y ya congregaba un centenar de empleados.
En 1905, Francisco Bilbao compró el boliche y lo transformó en casa de comercio. También edificó la primera vivienda importante de la población, por varios años fue la única de dos plantas.
Ese año. El naturalista Eduardo Holmberg pasó por el lugar y lo describió: “Convertido Río Grande en subprefectura; fundada la Misión (Salesiana) sobre la costa; instalada una comisaría, casas de comercio y las casas de la 1ª Argentina (estancia de Menéndez) se ha formado allí un importante centro de población que, a mi juicio, es de mayor porvenir que Ushuaia y en el que, si bien no ofrece la ventaja de tener como esta un puerto para grandes buques; sino dos, el de Río Grande y el de cabo Domingo para pequeñas embarcaciones por lo que muy bien pueden y son servidas las necesidades de la localidad. La gobernación se verá muy pronto en la necesidad de trasportar allí la capital, pues, por la naturaleza misma del territorio, se encuentra este la mayor parte del año, sin capital en su mayor extensión (...) Ushuaia, al otro lado de la isla, lejos de las rutas seguidas, apenas visitada por los buques nacionales y por una que otra embarcación, que se atreva entrar en los canales, con sus comunicaciones por tierra interrumpida en todo el invierno por la nieve, dejará bien pronto de ser capital pues que el gobierno nacional, debe hacer sentir su influencia allí, en el norte, en el foco de la producción fueguina, donde están las estancias, verdadera y perdurable riqueza de Tierra del Fuego” (Citado por la web de la Municipalidad de Río Grande).
Esta opinión fue compartida por el cónsul argentino en Punta Arenas, Gregorio Aguerriberry, pero el gobernador Pedro Godoy se manifestó contrario a la creación de un pueblo por decreto, aunque favorable a implementar medidas de fomento en beneficio de Río Grande.
