l nadador oriundo de Puerto Natales domiciliado en Punta Arenas, Juan Cuyul Oyarzún, logró cruzar a nado el Canal de Beagle en una travesía que le demandó 34 minutos sin ningún tipo de contratiempo. El nadador comenzó a entrenarse un año antes para este desafío y logró cumplir con los requisitos exigidos tanto por la Armada de Chile como por la Prefectura Naval Argentina para lograr su hazaña esta semana.
El cruce estaba previsto entre lunes y el viernes y por fortuna, el clima acompañó para que el desafío se cumpliera el primer día programado. Durante el fin de semana Oyarzún se instaló en Almanza donde realizó un riguroso entrenamiento y el lunes cruzó el Canal de Beagle por el Paso Mackinlay acompañado por Walter Ruano como guardavidas rescatista, Adriana Méndez como capitana del gomón, un médico, un marinero. También participaron Prefectura Naval Argentina con personal de salvamento y la Armada Chilena. Además Juan logró obtener apoyo por parte del Hospital Comunitario Cristina Calderón de Puerto Williams, quienes prepararon una ambulancia en caso de cualquier emergencia.
El experimentado nadador y conocedor de las gélidas aguas del Beagle, Walter Ruano que acompañó a nado a Oyarzún, señaló que el chileno tardó 34 minutos en cruzar el canal con la temperatura del agua en 5 grados. Además explicó que “a pesar de ser una distancia corta porque son alrededor de 1800 metros, las condiciones en el canal cambian muchísimo. De la mitad de Argentina a la mitad del límite con Chile, el agua corre para un lado con una velocidad y cuando cruzás ese límite, el agua corre para el otro lado y con otra velocidad. A él le costó muchísimo después que llegó a esa mitad. Tardó como 20 minutos en llegar ahí”, explicó Ruano.
Según la prensa chilena, no existen registros de que algún magallánico haya intentado cruzar el canal Beagle, por lo que Juan se convirtió en el primero, con el doble mérito de haberlo hecho sin protección térmica alguna.
Desde hace un año, son muchos los nadadores que se aventuran a realizar el desafío de cruzar el Canal de Beagle sin protección térmica y Walter Ruano los acompaña en esa travesía. “La gente que viene a cumplir esta meta, no es gente improvisada. Se ha preparado muchísimo, primero por las condiciones del frío y después porque sabe que las corrientes te llevan para donde quiere la naturaleza y hay que luchar contra eso. Toda la gente que ha venido es gente súper entrenada y que hace esto a conciencia porque saben que los peligros son muchos”.
Los participantes agradecieron tanto a Prefectura Naval Argentina como a la Armada chilena por su invalorable colaboración.
