Regresa una patrulla de persecución de militares desertores
El 22 de mayo de 1851

Regresa una patrulla de persecución de militares desertores

22/05/2018
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osé Cambiazo había salido un mes antes hacia Río Gallegos, en busca de los prófugos que se sabía estaban en aquel punto empleados en un establecimiento inglés”. Las  deserciones eran muy comunes entre la tropa asentada en la capital magallánica, a pesar de la incertidumbre que significaba emprender una fuga a través de la Patagonia para poder alcanzar la costa atlántica, “donde había posibilidades de conectarse con alguna goleta pesquera o guanera. Aun cuando muy pocos lograban concretar su liberación definitiva, las deserciones se repetían” (Rodolfo Cananor. Cronología Patagónica).
Las fugas de soldados eran una problemática sin solución para los mandos militares asentados en Punta Arenas. Las deserciones “no se producían tan sólo entre los confinados sino que también entre la tropa encargada de vigilarlos. A muchos de estos hombres, el correr de los días y las horas monótonas, rutinarias y de duro trabajo, les resultaba insufrible, y en su agobio y desesperación acumulados, preferían afrontar la incógnita de la pampa remota y la reacción insospechada de los tehuelches. Esperarían encontrar en aquel medio una forma de libertad” (Armando Braun Menéndez. Cambiazo el último pirata del estrecho).
La huida hacia la meseta patagónica, obligaba “al desesperado prófugo nada menos que a realizar la fuga a través del enmarañado monte que cubría las espaldas de la población dando enormes y sacrificados rodeos por espacio de leguas con la ilusión de desembocar más allá de la pampa del Avestruz y por los cerros de San Gregorio donde tenían probabilidades de toparse con los aislados grupos de tehuelches en tren de cacería y luego ganarse el favor de estos salvajes”; para arribar luego a la costa en busca de algún barco.
El retorno de la patrulla comandada por Cambiazo había logrado capturar a cinco de los nueve desertores.
Lo paradójico de la situación es que este oficial de artillería, seis meses después, protagonizaría una sangrienta sublevación en la capital magallánica que derivó en el asesinato del gobernador Benjamín Muñoz Gamero y la destrucción de gran parte de la ciudad. La represión del motín convirtió a Cambiazo de perseguidor en perseguido y, luego, en capturado y procesado. El juicio al que fue sometido lo condenó a muerte.

Autor : Bernardo Veksler
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