Adjudican a Seriot (Capelo) los asesinatos de dos extranjeros
El 28 de mayo de 1894

Adjudican a Seriot (Capelo) los asesinatos de dos extranjeros

28/05/2018
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ste día, el gobernador Pedro Godoy “informa al Ministerio del Interior que, según noticias recibidas del subprefecto de Bahía Thetis, daban cuenta del asesinato del marinero uruguayo Luciano Gallardo, desertor del transporte “Villarino”, recluso de esa Subprefectura. El Gobernador afirma: “Fue asesinado por móvil de robo, se supone, por el indígena de malos antecedentes llamado Capelo en los campos del Cabo San Pablo y Río Grande. Supone así mismo, aquel funcionario, que el referido indio, en compañía de varios otros, no es extraño a la muerte del marinero español N. Barón que pertenecía a la tripulación de la fragata inglesa “Duches of Albany” naufragada a inmediaciones del Cabo San Pablo el año pasado”. De inmediato la Gobernación ordenó al jefe de Policía, Ramón Cortés, se alertara a las Comisarías” (Enrique S. Inda. El Exterminio de los Onas).
Seriot simbolizó un intento embrionario de resistencia de los selk´nam, con represalias a todo forastero que se cruzara en su camino. El historiador Juan Belza le dio el apodo de “el ona guerrillero”.
Los franceses Enrique Rousson y Polidoro Willems salvaron su vida por los disparos de un peón que puso en fuga a los nativos. Pero, en agosto de 1894, Jacobo Saint Martín y otros dos mineros fueron asesinados por “Capelo que ayudado de varios otros cosieron a puñaladas a Saint Martín y a los otros dos” (José María Beauvoir. Crónicas de la Misión).
Seriot se dirigió a Harberton, donde esperaba contar con protección. “Se presentó… en mal español, diciendo (…) que tenía el propósito de acampar a la orilla del bosque (…) No puse objeción… Noté un atado de ropa, un rifle, un revólver, escopeta, anteojos de larga vista (…) Deduje que habían saqueado algún campamento de blancos” (Thomas Bridges. El último confín de la Tierra).
Al enterarse, un pelotón policial se dirigió a la estancia, rodeó el campamento y Cortés “le ordenó que se rindiera. Pero, el indio que era excepcionalmente fuerte, saltó sobre el jefe para arrebatarle el revólver. Uno de los gendarmes (…) disparó a quemarropa e hirió de muerte a Capelo”. Otro fue baleado y los demás fueron detenidos (Bridges).
Otra versión, señaló que la policía fusiló “sobre el terreno a varios hombres”. El gobernador Godoy envió los restos de Seriot al Museo de La Plata
En 2016, su cadáver fue restituido a la comunidad “Rafaela Ishton”.

Autor : Bernardo Veksler
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