Muere el cazador de nativos apodado “Chancho Colorado”
El 5 de junio de 1917

Muere el cazador de nativos apodado “Chancho Colorado”

05/06/2018
E

ste día, muere en Punta Arenas el escocés Alexander MacLennan, más conocido como "Chancho Colorado", quien fue uno de los más temibles cazadores de nativos. Contaba con algo más de cuarenta y cinco años de edad y estaba bastante deteriorado por la elevada ingesta de bebidas alcohólicas.
Fue administrador de las estancias de José Menéndez y llegó a ser juez de Paz interino en 1905.
Lucas Bridges hizo una pintura de él: “Este rey sin corona de Río Grande era un curioso personaje. Se vanagloriaba abiertamente de haber perseguido y asesinado indios, según él, para el propio bien de ellos; sin embargo, no podía ver una matadura en el cogote de un buey, ni espolear sin necesidad a un caballo. Además entre él y los perros existía una admirable comprensión…”.
En una ocasión MacLennan se enteró de la excursión que estaba por realizar un grupo de nativos, gracias a la información aportada por un confidente. Los selk´nam estaban deseosos de ingerir carne grasosa de lobo marino y se dirigieron hacia el cabo Peñas, donde había centenares de animales.
“Armado de rifles de repetición y seguido por un grupo de jinetes blancos deseosos de correr aventuras”, rodeó “el promontorio, cortando la retirada a los infortunados indios, que pronto serían desalojados de sus refugios al pie de las rocas por la marea ascendente y caerían en las redes de los frenéticos cazadores”.
“No sé cuantos aborígenes fueron muertos en esa ocasión”; pero el propio “Chancho Colorado” confesó “que habían sido catorce; sostenía que al matarlos se realizaba una acción muy humanitaria, siempre que se tuviera coraje necesario. Explicaba que esa gente nunca podría convivir con blancos, y cuanto más pronto fueran exterminados, mejor, pues era una crueldad tenerlos cautivos, aunque fuera en una misión, donde languidecían o morían de enfermedades importadas”
MacLennan “era un hombre absolutamente franco, nunca se esforzaba por parecer mejor de lo que era. Medía alrededor de un metro sesenta y ocho de estatura, su cara era grandota y colorada, su pelo rojizo y sus ojos azules verdosos brillaban extrañamente. Era impetuoso y su tenacidad corría pareja a su falta absoluta de escrúpulos”, afirmó Bridges.
Sugestivamente, desde que apareció MacLennan como empleado de confianza de Menéndez, en las crónicas salesianas se dejaron de registrar los ingresos a la misión de nativos capturados, como era habitual hasta esa fecha.

Autor : Bernardo Veksler
Etiquetas
Cuál es tu opinión sobre la nota?
  • Me interesó
    95%
    39 votos
  • No me interesó
    5%
    2 votos