ste día, asume Mariano Loedel como gobernador del Territorio de Tierra del Fuego. En la ceremonia estuvo presente el subsecretario de Interior Carlos Seeber y el asesor del Ministerio del Interior Francisco Rodríguez.
Se mantuvo en el cargo hasta el 4 de diciembre de 1974, cuando presentó su renuncia. Su gestión se desenvolvió en un contexto de gran inestabilidad, hasta tal punto, que perduró en el cargo durante el desempeño al frente del Ejecutivo Nacional de cuatro presidentes: Héctor J. Cámpora, Raúl A. Lastiri, Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón.
Los rasgos más destacados de su breve gestión fueron el proyecto del barrio “Las Doscientas Viviendas” y la adquisición del primer avión “Lear Jet”, que se incorporó a la flota de la Dirección de Aeronáutica Territorial.
Para ese entonces, la población fueguina alcanzaba a 15.324 habitantes, contando Río Grande con 8.744 vecinos y Ushuaia con 6.580, siendo los dos núcleos urbanos existentes.
Durante el gobierno de Loedel se produjo la primera ocupación de una planta fabril fueguina, por parte de los trabajadores de la fábrica de terciados CAMI, situada en la cercanía de la actual ciudad de Tolhuin. “Durante los más de dos meses que duró el conflicto, los obreros establecieron un régimen de producción bajo su control, desconocieron a la empresa, reclamaron la conformación de una cooperativa obrera – estatal, y recibieron un apoyo solidario muy importante de los habitantes de Río Grande” (Bernardo Veksler. Rebeliones en el Fin del Mundo).
El personal era de alrededor de un centenar, “con un claro predominio de chilenos”, los catorce argentinos estaban dedicados a tareas de “supervisión y mantenimiento”.
“El reclamo se originó en el atraso considerable en el pago de los salarios que acumulaban once meses y el aguinaldo. La empresa, además, utilizaba el pago en vales a través de una proveeduría que disponía y que vendía los productos de primera necesidad a precios exorbitantes y a cuenta de los salarios, endeudando considerablemente a los obreros”.
Loedel “encomendó a su ministro de Gobierno, al jefe de Polícía y al Juzgado tomar en sus manos la resolución del conflicto”. Ante la demora en alcanzar una solución, la mayoría de los chilenos optó por llegar a un arreglo con la empresa y retirarse. Así el conflicto fue perdiendo vigor, sin que se modifique sustancialmente la modalidad empresaria.
