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l Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego condenó el viernes a penas de entre cinco y seis años de prisión a los dos acusados de participar de un caso de narcotráfico detectado en Ushuaia en junio del año pasado, donde se secuestraron 11,5 kilos de marihuana que habían llegado a la ciudad a través de una empresa de transporte terrestre, y que en el momento de la detención de los sospechosos dio lugar a una persecución y disparos de armas de fuego.
La condena dictada por la jueza Ana María D´Alessio, como única integrante del tribunal para este caso, recayó sobre Javier Adolfo Cruz, alias “Miky”, y sobre Gabriel Leonardo Rodríguez.
Cruz recibió una pena de seis años de prisión que además se le unificó con una condena anterior a tres años de prisión en suspenso, con lo que en total purgará siete años y seis meses de cárcel.
Por su parte Rodríguez recibió una condena de cinco años de prisión efectiva.
En ambos casos, la Justicia Federal halló a los imputados como autores materiales y penalmente responsables del delito de comercio de estupefacientes, y les impuso una multa y las costas del proceso.
En el caso de Cruz, quien ya estaba detenido, se dispuso la revocación de la condena anterior en suspenso y su inmediato traslado a una cárcel federal.
En tanto, Rodríguez continuará en libertad hasta tanto la sentencia quede firme, ya que aún restan otras instancias de apelación.
El tribunal integrado por la jueza D´Alessio rechazó las nulidades que habían planteado en sus alegatos los defensores Cesar Gabriel Molina Olguín, en representación de Cruz, y Adolfo Monchietti, por Rodríguez.
Por ejemplo, uno de los defensores hizo hincapié en que los efectivos policiales que intervinieron en el operativo, en conjunto con la fiscalía de instrucción, “hicieron pasar por un procedimiento rutinario lo que en realidad era la directiva del fiscal”, lo que “viola todas las formas del proceso”, había señalado el letrado.
También consideró que además de la nulidad del procedimiento por ese motivo, correspondía dictar la absolución de su defendido por habérselo acusado de un “delito imposible” de haber sido cometido, y que de manera subsidiaria debía responder por una “tentativa” o una “participación secundaria” en el hecho, pero nunca como coautor.
En su caso pidió que se tuviera en cuenta la falta de antecedentes penales y otros aspectos de su vida privada, como la adicción a las drogas, aunque nada de ello fue atendido por el tribunal.
En cambio, el fiscal federal general de la provincia, Adrián García Lois, había requerido condenas similares a las finalmente dispuestas por la Justicia (cinco años y seis meses, y seis años y seis meses de prisión).
Tras los alegatos realizados el jueves, el tribunal volvió a convocar a las partes el viernes para las últimas palabras de los acusados y luego la lectura del veredicto.
La jueza D´Alessio anunció que los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el próximo viernes a las 12 horas, en la sede del tribunal.
La causa judicial comenzó a partir de un operativo llevado a cabo el 27 de junio del año pasado en la empresa de transportes Cruz del Sur.
Efectivos de la División Narcocriminalidad y Delitos Federales de la Policía de la Provincia realizaron en el lugar, ubicado cerca de la rotonda del indio, en proximidades de la salida de la ciudad, un procedimiento sorpresa.
Los investigadores accedieron a la empresa en compañía de un perro adiestrado, de nombre “Ciclón”, que al revisar el cargamento llegado en las últimas horas se posicionó sobre dos cajas del tamaño de un horno eléctrico.
Con ello, la Policía montó un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones hasta que uno de los imputados se presentó a buscar la carga, y tras detectar la presencia de los efectivos, se subió a un vehículo Volkswagen Gol Trend, patente ORE-399, y huyó del lugar.
A raíz de ello comenzó una persecución a lo largo de 8 kilómetros en que el sospechoso evadió la voz de alto en dos oportunidades y casi atropella a un policía.
Con la colaboración de más policías de las comisarías Primera, Segunda y Cuarta, el vehículo fue finalmente interceptado frente a una vivienda ubicada en la calle Kuanip al 1800.
Durante la huida, además, se produjo un tiroteo en que la policía llegó a disparar al menos tres veces sobre el vehículo.
Al requisar las cajas, que fueron pasadas primero por un escaner, se descubrió que contenían dos ladrillos de marihuana de unos 14 kilos de peso en total, que luego de pericias resultaron ser 11,5 kilos de droga.
También fueron secuestrados un arma de fuego, teléfonos celulares, anotaciones y dinero en efectivo.
Al parecer los bultos venían siendo seguidos desde fuera de la provincia a raíz de una investigación anterior.