ste día, un documento perteneciente al Archivo de Simancas (España), copiado por Juan Bautista Muñoz, permite la elaboración de una hipótesis sobre el origen de la toponimia de San Sebastián, asignada a la bahía del norte fueguino.
Ese texto contenía la “Relación de la navegación del Estrecho de Magallanes, de banda del norte, correspondiente al capitán de un navío de la flota que comandaba Alonso de Camargo por cuenta de Gutiérrez Vargas de Carabajal, obispo de Plasencia y que volvió por su cuenta a España” (Juan Belza. Revista Karukinká N°12).
El relato se remonta a enero de 1540 y en un párrafo describe las peripecias de esos pioneros de la navegación por los mares australes: “Me hice a la vela (…) y cuando fue de día nos hallamos tan metidos en tierra que estuvimos a punto de cortar los másteles y quiso Dios que abonanzó el tiempo (…) teníamos tierras al norte nurueste por la parte de babor y también nos salía tierra por el sur (…) vimos toda la tierra ser una sola, solamente que metía adentro grandes ensenadas (…) En este día a la tarde vio el maestre de gavia y le pareció veía un canal abierto al sur por donde podríamos salir…”
Belza sostuvo que “esta apariencia de cerco o encierro, descrita también por otros navegantes, queda claramente expresada en la carta de Alonso de Santa Cruz y la repiten los cartógrafos siguientes, entre los que se encuentra Ortelius”. Desde esas fechas aparece el nombre de San Sebastián y se interroga: “¿No habrá querido algún cosmógrafo inmortalizar el nombre de Joan Sebastián (así se lo llamaba en las crónicas a Juan Sebastián Elcano), como se había hecho antes con Magallanes y como ocurrió con la nave de Elcano, la Espírito Santo?”.
Elcano “se había convertido en el marino más famoso de la época, había rodeado el mundo por primera vez, construyó la primera carta geográfica de la zona, estableció toponimia y navegó casi dos meses por esas aguas… Y el mapa que construyó o que le atribuyen lleva junto a su firma la imagen de San Sebastián”.
En la toponimia del mencionado cartógrafo Ortelius es donde “aparece por primera vez el nombre de San Sebastián”, data de 1570 y está basada en los mapas de Diego de Ribero y de Juan Sebastián Elcano.
Belza aclara que “por ahora ninguna hipótesis exhibe títulos definitivos para explicar el origen del nombre de San Sebastián” (op.cit.).
