Se escribe el primer capítulo de las huelgas del Chocón
EL 12 DE DICIEMBRE DE 1969

Se escribe el primer capítulo de las huelgas del Chocón

12/12/2018
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ste día, luego de presentarse la dirigencia de la UOCRA Neuquén ante los obreros de la represa Chocón –Cerros Colorados con los delegados elegidos por ellos, comienza la primera huelga en la obra que ocupaba a más de tres mil trabajadores. El conflicto se desarrolla durante la dictadura de Juan Carlos Onganía y en un contexto de  confrontaciones sociales, como las ocurridas en Córdoba y Rosario.
Los obreros se indignaron con la conducción sindical porque “después del empadronamiento masivo, debió haber llamado a elecciones y no lo  hizo” (Benigno Calfuán. El Chocón, huelga y milagro).
“Por la noche, una nueva asamblea sacudió las bardas con sus gritos y aplausos. Más de dos mil almas potenciaron su entusiasmo (...) Con unanimidad absoluta se confirmó” a los elegidos por asamblea “como delegados y se decidió declarar la huelga al día siguiente, si la empresa no aflojaba”. Ante la inesperada reacción obrera, la empresa Impregilo, que hasta entonces convalidaba todo lo actuado por la UOCRA, pidió un cuarto intermedio.
Los camioneros ya habían parado por su cuenta y atascado el abastecimiento de la obra. Ante la dimensión que tomaba el conflicto y al detectar que los delegados eran izquierdistas, la empresa decidió llamar a la policía para amedrentar a los obreros y normalizar la obra.
 La detención de los delegados encrespó las aguas y los trabajadores cerraron todos los pasos que comunicaban con la construcción, paralizaron las actividades y se prepararon para resistir cualquier intento represivo. Cuando la policía intentó llevarse a los delegados, “la multitud reaccionó como un solo hombre. Rodeó los coches y recuperó a los detenidos ante las narices mismas de la policía, cuyo armamento fue ridículamente inútil para frenarla”.
Entonces comenzó “una actividad febril en todo el obrador. Rápidamente se construyeron barricadas y se organizaron piquetes de huelga (…) en menos de dos horas no quedaba nadie trabajando” los obreros de las empresas Analvi, Wainstein y Cartellone se habían sumado a los de Impregilo Sollazo.    
El conflicto alcanzó repercusión nacional y generó múltiples adhesiones, entre ellas la del obispo de Neuquén Jaime de Nevares. Los intentos represivos fracasaron y al cabo de seis días el conflicto logró la reincorporación de los cesanteados y el reconocimiento de los delegados elegidos en asamblea, entre otras reivindicaciones

Autor : Bernardo Veksler
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