Prensa de EEUU destaca a los perros “sagrados” de tehuelches
EL 8 DE MAYO DE 1904

Prensa de EEUU destaca a los perros “sagrados” de tehuelches

08/05/2019
E

l suplemento especial del “The New York Times”, publicado este día, hace una cobertura de la Feria de Saint Louis, donde incluye una nota sobre la delegación de nativos tehuelches, destacando la presencia de sus perros y el trato preferencial que le brindaban.
Allí, adquiere protagonismo Lorenza y su perro Kak, el cronista acentuó la poca elegancia del can, calificado de “indescriptible” y como un “perrito sarnoso, que tenía la apariencia de haber sido desollado”, y comenta “con mucha curiosidad la actitud de Lorenza hacia la mascota” señalando que “la mujer lo trataba como si fuese sagrado”.
Lorenza era parte de un grupo de tehuelches llevados a esa exposición, con el criterio que prevalecía en la época de exponer individuos de pueblos exóticos. No tuvo tanta trascendencia el hecho de que la mujer llevó a Kak “escondido bajo su manto en una travesía de 10.000 millas a bordo del “Celtic” para llegar a Missouri Kak”, donde permaneció varios meses (Norma Sosa. Cazadores de plumas en la Patagonia).   
“Kak se hizo popular, fotografiado por Jessie Tarbox Beals y siendo nota de tapa del “The St. Louis Republic”, posando entre su dueña y una pequeña mujer ainus en la Exposición”.
El papel del perro entre los nativos era protagónico. “Si bien los pelados (como les decían) eran los mimados de las chinas los hombres no eran indiferentes a sus monerías, cuenta Munsters que hasta el serio Orkeke solía enviar a alguno de sus mozos para controlar que el pelado no se mojara al cruzar un río en la travesía”.
Cuando la tribu de Orkeke fue capturada, fue imposible separarlos de sus canes, junto a los “52 individuos que componían el grupo llevado a Buenos Aires en el “Villarino”, había 87 perros que vivían y comían con sus amos. En cada toldo su número doblaba el de los habitantes. Esa debilidad de las chinas por los pelados se puso de manifiesto en Buenos Aires, cuando llegaban al teatro y a otra salida con sus perritos en brazos”.
Cuando Francisco Pascasio Moreno “exhumó los cadáveres del tehuelche Sapo y su mujer; entre sus tesoros halló los huesos de un pelado infeliz sacrificado al cariño casi maternal que los tehuelches tienen por esa clase de perros” (op.cit.).  
Las características de los canes eran muy variadas, los viajeros testimonian haber visto algunos semejantes a galgos, a mastines y al ovejero común.

Autor : bernardo Veksler
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