Describen los campos de concentración de nativos patagónicos
EL 9 DE MAYO DE 2005

Describen los campos de concentración de nativos patagónicos

09/05/2019
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ste día, el historiador Walter Delrio presenta una ponencia, titulada “Sabían llorar cuando contaban. Campos de concentración y torturas en la Patagonia”, en la jornada “Políticas genocidas del Estado argentino: Campaña del Desierto y Guerra de la Triple Alianza”, organizada por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Allí, se describe la barbarie perpetrada contra los nativos sobrevivientes de la “Campaña del Desierto”, ordenada por el presidente Nicolás Avellaneda e instrumentada por el general Julio Argentino Roca. Se proponían erradicarlos de los territorios ancestrales que ocupaban y repartir las tierras entre los patricios porteños y los militares que llevaron adelante el desigual combate.
Con ese fin se crearon campos de concentración de miles de nativos. Uno de ellos estaba situado en la localidad rionegrina de Valcheta. El colono galés John Daniel Evans dejó testimonio de ese siniestro lugar: “En esa reducción creo que se encontraba la mayoría de los indios de la Patagonia. (…) Estaban cercados por alambre tejido de gran altura, en ese patio los indios deambulaban, trataban de reconocernos, ellos sabían que éramos galeses del Valle del Chubut. Algunos aferrados del alambre con sus grandes manos huesudas y resecas por el viento, intentaban hacerse entender hablando un poco de castellano y un poco de galés: poco bara chiñor” (un poco de pan señor)”.
La historia oral trascendió al ocultamiento del genocidio y lo recordó en su lenguaje: “La forma que lo arriaban…uno si se cansaba por ahí, de a pie todo, se cansaba lo sacaban el sable lo cortaban en lo garrone. La gente que se cansaba… iba de a pie. Ahí quedaba nomá, vivo, desgarronado, cortado. Y eso claro… muy triste, muy largo tamién… Hay que tener corazón porque… casi prefiero no contarlo porque é muy triste. Muy triste esto dotor, Yo me recuerdo bien por lo que contaba mi pobre viejo paz descanse. Mi papa; en la forma que ellos trataban. Dice que un primo d’él cansó, no pudo caminar más, y entonces agarraron lo estiraron las dos pierna y uno lo capó igual que un animal. Y todo eso… a mi me… casi no tengo coraje de contarla. Es historia… es una cosa muy vieja, nadie la va a contar tampoco, no?… único yo que voy quedando  (…) porque yo escuché hablar mi pagre, comersar…” (Testimonio recogido por Enrique Perea en “…Y Félix Manquel dijo”, citado por Felipe Pigna. elhistoriador.com.ar).

Autor : Bernardo Veksler
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