ste día, se llevan a cabo las elecciones para designar a los dos representantes fueguinos que integrarán la Cámara de Diputados de la Nación. El resultado determina que el justicialista Raúl “Tucán” Rodríguez y el radical Jorge Bericua resulten electos, obteniendo el primero 10.948 votos y el segundo 8.773 votos (sumando los votos de la UCR a los del Partido Federal).
Se presentaron diez listas en esta contienda electoral, además de la Unión Cívica Radical (8.468 votos) y el Frente Justicialista de Unidad Popular, participaron: el Movimiento Popular Fueguino (2.277 votos) postulando a Enrique Bischof y Juan Carlos Soldo; la Alianza de Centro (2.004 votos) con Jorge Segura y Alejandro Carroll; el Partido Socialista Auténtico (1.660 votos) con Edelso Augsburger y Mario Vázquez; la Alianza Izquierda Unida (1.341 votos) con Mary Mattos y Rubén Basso; Partido Federal (305 votos); Partido Socialista Popular (277 votos) con Miguel Catucci y José Dieguez; Partido Obrero (207 votos) con Miguel Febre y Gloria Alonso; la Alianza Humanista Verde (149 votos) con Horacio Tissera y Silvia Cattáneo; y Partido de la Liberación (50 votos) con Ricardo Lamique y Casildo Troncoso. Hubo 1.652 votos en blanco, 256 votos nulos y sufragaron 29.594 ciudadanos (69,95%) de los 42.295 fueguinos que estaban habilitados para votar.
Rodríguez y Bericua asumieron su mandato en diciembre de 1989 y permanecieron en sus bancas hasta el mismo mes de 1993 (Punto y Coma 1982-1992. La memoria periodística de 10 años de historia).
Durante este lapso se produjeron sucesivas situaciones críticas en el país. Luego de la traumática transición entre los gobiernos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem, la economía del país estaba al borde del colapso. Se desataron agudos procesos inflacionarios y se produjeron saqueos a numerosos supermercados, que alcanzaron masividad en varias ciudades del país.
También, durante el mandato de estos diputados fueguinos se concretó la ansiada transformación de Tierra del Fuego en provincia. El tratamiento parlamentario generó un continuo intercambio de posturas y numerosos debates, especialmente referidos a lo que se dio en llamar “Provincia Chica” y “Provincia Grande”, en cuanto a la incorporación dentro de los límites provinciales de las islas del Atlántico Sur y el sector antártico que Argentina reclama como parte de su territorio.
