l naufragio del “Piedrabuena” se produjo tras chocar con una roca sumergida. Sus 46 tripulantes pudieron abandonar la nave sin mayores contratiempos.
El teniente de navío Máximo Koch, que comandaba el navío, fue sobreseído en el sumario realizado al considerar que fue un hecho fortuito y que cumplió con su deber de ser el último en abandonar el buque.
El barco se encontraba al servicio de la Gobernación de Tierra del Fuego y realizaba viajes entre Ushuaia y distintos puertos de las islas transportando pasajeros, carne, presos y caudales para bancos fueguinos y de Río Gallegos. Había efectuado en los meses previos el relevamiento hidrográfico de la zona de puerto Remolino e isla Gable.
Originalmente fue bautizada como cañonera “Paraná”. Luego, al ser refaccionada en 1900, se convirtió en transporte y rebautizada en homenaje a Luis Piedra Buena, pero se cometió el error de unir ambos apellidos en una sola palabra. Sus dimensiones eran de 13,50 metros de eslora, 7,62 de manga, un calado medio de 3,58 metros y un tonelaje de 550. Poseía una caldera de 475 HP accionada a carbón. Su capacidad de carga era de 90 toneladas.
El “Piedrabuena” sufrió varios naufragios, el primero fue en 1907, en el paso de Breknock, cuando fue arrojado sobre unas piedras en la isla London. La tripulación se salvó y el buque “Azopardo” actuó en el salvamento. Fue reflotado y reparado en la zona, remolcado a Punta Arenas y luego a Puerto Belgrano.
Al año siguiente se produjo un segundo naufragio, en viaje a la isla de Año Nuevo. El 30 de noviembre, frente a Punta Loyola fue sorprendido por un violento temporal que lo tiró sobre la costa y encalló. Lo socorrió el buque “Tehuelche”, cuya tripulación logró reflotarlo. Reparado en 1909, quedó al servicio de la Gobernación de Tierra del Fuego, empleado en constantes viajes y salvatajes.
Entre sus auxilios en naufragios actuó, en 1904, cerca de la isla de Año Nuevo, salvando a once náufragos de la barca "Iwanilda" y a varios de la "Ghibser", ambas norteamericanas. En 1906 rescató a treinta náufragos de la barca "Indora".
Un decreto de 1922 ordenó su descargo de las listas de buques de la Armada. Sus restos sirvieron de chatarra y leña.
