Nostalgias en el adiós al puente colgante sobre el río Grande
EL 9 DE AGOSTO DE 2011

Nostalgias en el adiós al puente colgante sobre el río Grande

09/08/2019
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diós puente de mi pueblo… Te fuiste una helada tarde austral de agosto, así nomás, en silencio. Porque fuiste noble como los hombres que unen a los pueblos. Noble como el árbol que te dio la madera y la tierra que te dio el acero. Resististe noventa y tres inviernos de vientos, escarcha y aguaceros, porque fuiste duro como la gente que se arraigó por siempre en este suelo”, escribió la periodista y escritora Ana Berbel, reflejando la angustia que produjo a los fueguinos la imagen del colapsado puente colgante sobre el río Grande.
El singular puente fue construido en 1918 y por mucho tiempo fue el único medio existente para el cruce del caudaloso mayor río fueguino. Fue declarado “Patrimonio Histórico, Cultural y Arquitectónico Municipal” y “Monumento Histórico Provincial”. A pesar de esas nominaciones y de las advertencias sobre su deterioro, no hubo acciones gubernamentales que previniesen su derrumbe.
“¡Cuantas historias se llevan tus huellas!... Contemplando tus despojos –continúa Berbel-, revivo en la memoria cada una de ellas. Y oigo el ladrido del campana, el balar de las ovejas, y veo enlutado en poncho de Castilla al ovejero de mi tierra… Se mezclan voces de austriacos, chilotes, gringos y españoles entre el gentío que te cruza, comentan noticias lejanas en esta solitaria estepa, hablan del fin de la Gran Guerra, de una Patagonia en huelga obrera, de aquellos Años Locos y de la Depresión de los treinta, de un genio de apellido Einstein, y de otra espantosa Guerra, de la Penicilina milagrosa, de una mujer a la que el pueblo la conoce como Eva, del descubrimiento del petróleo y de un mundo que cambia profundamente a partir de los setenta… Ya no están los caponeros ni los Luchos, nadie recuerda el muelle ni la vía, ni al botero ni el matadero, ni siquiera los campos santos se respetan…”
Luego, avanza en un ejercicio de imaginación sobre los anhelos colectivos: “Cuanto quisiera que existiera el Caleuche y esa barcada de brujos te regresara para siempre, como esos puentes antiguos que la culta humanidad supo preservar como testimonio del pasado y su verdad”.
Finaliza, haciendo grito el dolor causado por el derrumbe: “Yaces dormido en brazos del río que fue tu leal compañero, fuiste para los verdugos de la Historia que solo piensan en votos, un despojo de hierro y madera viejos, fuiste apenas un puente roto”.

Autor : Bernardo Veksler
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