Miembros de dotación antártica mueren al caer en una grieta
EL 17 DE SETIEMBRE DE 2005

Miembros de dotación antártica mueren al caer en una grieta

17/09/2019
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ste día, una patrulla conformada por cinco integrantes de la base antártica ‘Jubany’, que se encontraba en la base uruguaya ‘General Artigas’, emprende el retorno en tres motos de nieve. Al transitar por el glaciar Collins, una intensa niebla hizo que se desviaran del camino fijado. Al intentar el regreso, “una de las motos con dos tripulantes se precipitó de cola en una grieta oculta por un puente de nieve” (Entrevista al coronel Víctor Hugo Figueroa a cargo del Comando Antártico Argentino. Publicado en Suite101.net).
Ante la complejidad del rescate, se “envía un SOS, captado por tres Bases: la surcoreana envió una oruga Sno Track que al atravesar un campo de grietas rompió el puente, por lo que decidió desistir del rescate por ser extremadamente peligroso”.
El operativo de rescate fue coordinado por el entrevistado. El día siguiente, el clima no permitió comenzar las tareas. “Finalmente tres socorristas y yo fuimos dejados a más de 4,5 kilómetros del lugar, donde instalamos el campamento base”.
Escalaron el glaciar con esquíes y con piquetas pudieron alcanzar la grieta. “Arribamos con mal tiempo y tras un reconocimiento de la zona, uno de los rescatistas comenzó el descenso. No podía apreciar el fondo y tampoco había rastros de los accidentados (…) al oscurecer, se suspendió la búsqueda. Al día siguiente entendimos que era un laberinto de hielo, con salientes, puentes, desfiladeros y cavernas. Las exploraciones no arrojaron resultados. Al anochecer se suspendieron las búsquedas, se avecinaba tormenta, lo que diluía la esperanza de un rescate con vida”.
Recién pudieron continuar dos días después. “Con desaliento sabíamos que a quienes buscábamos, estaban muertos. Removimos hielo y escombros, arriba soplaban vientos de 130 kilómetros por hora y 40º bajo cero. A la semana, comenzamos a sentir olor a combustible cuando estábamos a 45 metros de profundidad. Los vientos arrastraban gran cantidad de nieve, por lo que cada día era como comenzar de nuevo la remoción”.
Treinta y nueve días después, encontraron “los rasguños en una pared dejados por la moto primero y aroma a carburante. Enterrada a 57 metros de profundidad y cubierta por 40 metros de nieve, hallamos la moto; luego, uno de los cuerpos. Al día siguiente encontramos el cuerpo restante; trasladamos los cuerpos a (la base chilena presidente Eduardo) Frei” y luego a ‘Marambio’ (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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