ste día, se hace a la mar la escuadra comandada por Lord George Anson. “En cumplimiento de un bien estudiado plan de exploración concebido por el Almirantazgo británico”, parten desde Portsmouth “cinco navíos y dos barcos auxiliares”, con “232 cañones y 2.000 hombres”, poniendo proa hacia el Atlántico Sur (Jorge Taiana. La gran aventura del Atlántico Sur).
En su recorrido austral “pasó por el estrecho de Le Maire y dio vuelta al Cabo de Hornos poco después que una tormenta dispersara a parte de su armada, obligando al regreso a dos de sus navíos”.
Los españoles estaban atentos a estas incursiones y seguían de cerca a la flota inglesa. Pero, la escuadra hispana compuesta por cinco barcos “al mando del Almirante José Pizarro resultó destruida por la misma tormenta, en las cercanías del Cabo de Hornos”.
Al ingresar al Pacífico, se produjo el naufragio del navío ‘Wager’ generándose todo tipo de incidentes, desde motines, ajusticiamientos y gran mortandad por enfermedades. Para entonces los navegantes se veían afectados sobre todo por el escorbuto, debido a la calidad y escasa variedad de los alimentos que ingerían. Sir Richard Hawkins estimó que “en los veinte años que llevaba frecuentando podía citar diez mil marineros que habían perecido” por esa causa.
Una parte de los sobrevivientes lograron construir un barco y partieron de regreso, llegando a acampar en las playas de Mar del Plata.
“El resto de la escuadra prosigue rumbo al norte y ancla en las islas de Juan Fernández, donde reponen fuerzas, se avituallan y reparan naves”.
Luego, Anson continuó hacia el Índico y pudo arribar al punto de partida casi tres años después, logrando completar “el decimoséptimo viaje alrededor del mundo”. Para hacerlo debió pagar el elevado costo de haber perdido a las cuatro quintas partes de su tripulación inicial.
“Más allá del apresamiento de barcos españoles ricamente cargados como ‘Nuestra Señora del Monte Carmelo’ y el ‘Aransasu’, las observaciones científicas y la experiencias recogidas por la expedición (…) fueron valiosísimas para el Almirantazgo y sirvieron para elaborar buena parte de la estrategia británica en los mares australes, incluidas las islas Malvinas, el archipiélago de Tierra del Fuego y el estrecho de Magallanes”. Estas experiencias fueron incluidas en los cuatro tomos de ‘A voyage round the world in the years 1740’ (op.cit.).
