l Tribunal de Juicio en lo Criminal del Distrito Judicial Sur condenó ayer a penas de prisión efectiva a los dos hombres y una mujer acusados de haber cometido un robo a mano armada en una vivienda de la ciudad de Ushuaia, en febrero de 2018, confirmaron fuentes judiciales.
Se trata de Carlos Andrés Araya, de 28 años, Walter Andrés Solís, de 29, y Gina Eliana Cárdenas, de 22, quien llegaron privados de la libertad al juicio oral y público que había comenzado el martes y concluyó en la víspera con la lectura del veredicto correspondiente.
Los jueces Maximiliano García Arpón, Alejandro Pagano Zavalía y Rodolfo Bembihy Videla hallaron a los tres imputados como coautores materiales y penalmente responsables del delito de “robo agravado por el uso de armas”.
En ese contexto, Araya y Solís recibieron una pena de 6 años de prisión y fueron declarados reincidentes en virtud de condenas anteriores.
Por su parte Cárdenas fue condenada a 5 años de prisión efectiva.
Luego de la primera jornada de audiencias, en que tuvo lugar la acusación, las declaraciones indagatorias de los acusados y la incorporación por lectura de los testimonios, el juicio se retomó en la víspera con los alegatos de las partes.
El fiscal Nicolás Arias requirió en ese momento las mismas penas que luego aplicó el tribunal, en tanto que la defensora oficial María Eugenia Díaz peticionó por la absolución de su defendido Araya y el defensor oficial Juan Carlos Núñez requirió que sus asistidos Cárdenas y Solís recibieran la pena mínima de la escala penal por el delito de robo agravado.
Luego de que se escucharan las últimas palabras de los enjuiciados, los jueces pasaron a un cuarto intermedio hasta después del medio día en que se leyó el veredicto final.
Además, los magistrados adelantaron que los fundamentos de la sentencia se darán a conocer el próximo 2 de octubre a partir de las 19 horas.
A golpes y con armas
El hecho sometido a juicio ocurrió el 9 de febrero de 2018, cuando los dos hombres ingresaron por la fuerza a una vivienda de la calle Walanika al 400, para perpetrar el robo, y según la acusación, adentro de la casa estaba la mujer que había actuado como cómplice.
Los asaltantes golpearon a los moradores, Gonzalo Matías Gamarra y de Miguel Jesús Gamarra, y se dieron a la fuga con $12.000 y distintos aparatos electrónicos: un televisor, dos celulares, la llave de un vehículo, un reloj y una consola de videojuegos.
Según la descripción de Arias en el requerimiento fiscal de elevación a juicio, “Solís agredió mediante un golpe de puño en el rostro a Gonzalo Gamarra, quien abrió la puerta, para luego apuntarlo con lo que sería un revolver plateado, calibre 38 de largo”.
De esa forma, los imputados accedieron al domicilio, contra la voluntad de sus moradores, y luego “exigieron la entrega de estupefacientes y dinero”, para lo cual revisaron la casa y a sus ocupantes.
En un momento, “el imputado Araya tapó el rostro de Gonzalo Gamarra al que golpearon en la cabeza, probablemente con el arma de fuego en cuestión, lo que provocó una herida cortante en la región occipital”, describió el fiscal en su escrito.
Por su parte, la imputada Cárdenas “tomó de la bacha de la cocina un cuchillo tipo tramontina, con el que amenazó -junto a uno de sus compañeros- a Miguel Gamarra y a Gustavo Ariel Jara, exigiéndoles sus pertenencias y utilizando frases que refirieron a donde estaba “la plata” y “la droga”.
Araya declaró en la audiencia que no tomaron dimensión del hecho porque tenían “naturalizado el robo a los transas”, en referencia a que en el lugar se vendían estupefacientes, y que la mujer se encontraba dentro de la vivienda “discutiendo por plata con uno de los moradores”.
También sostuvo que uno de los hermanos Gamarra le dijo que como no tenían plata “se llevaran otras cosas”.
En tanto, Solis y Cárdenas hicieron uso del derecho que les asiste de no prestar declaración indagatoria, aunque los jueces resolvieron incorporar sus dichos prestados durante la instrucción ante la jueza María Cristina Barrionuevo.
