ste día, comienzan los cuatro días de la sexta edición de las ‘Mil Millas Argentinas’, que se desenvolverán por rutas patagónicas argentino – chilenas, teniendo como cabecera la ciudad de Bariloche.
En esta carrera participaron autos, fabricados entre los años 1925 y 1970, que debían estar homologados por el Club de Autos Sport. Los competidores recorrieron rutas montañosas de Río Negro, Neuquén y chilenas, y se vieron afectados por las variables condiciones climáticas de la zona.
“Se trata de una competencia de regularidad, en la cual se corre con tiempos impuestos y un promedio de velocidad que orilla los 60 km/hora. Se atraviesa una serie de pruebas especiales, usando cronómetros y teniendo la precisión para pisar en el momento justo la famosa manguerita (presostato), que es el ABC de la carrera”. Esta condición no resulta sencilla, “sobre todo cuando el presostato se encuentra luego de alguna curva con subidas o en bajadas, que dificultarán aún más pisar la ‘manguerita’ con exactitud” (Revista La Bitácora Patagónica N°17).
Las unidades participantes debían contar con piezas únicas de autos clásicos o sport. Esto permitió a los espectadores observar vehículos que no se ven habitualmente por las rutas y calles argentinas.
La competencia estuvo dividida en categorías, donde se destacó la que agrupaba a pilotos profesionales, algunos participantes de la Fórmula 1.
La largada fue en Bariloche, para atravesar luego el paso Cardenal Samoré hasta llegar a la Ciudad de los Ríos y a Niebla. La segunda etapa se inició en Valdivia y, luego de un recorrido de 450 kilómetros, los autos se reagruparon en Villa La Angostura, para retornar luego a Bariloche. La última etapa fue un ida y vuelta a San Martín de los Andes.
Esta singular competencia comenzó a disputarse en 1989 organizada por el Club de Automóviles Sport y estuvo inspirada en la italiana ‘Mille Miglia’, que se disputa desde 1927, sólo interrumpida por la conflagración mundial y por la prohibición, en 1957, de las carreras en rutas. Desde 1977, se subsanó la prohibición convirtiéndola en una carrera de regularidad. En esta ocasión participaron binomios argentinos y chilenos y de Italia, Francia, Alemania y Suiza.
El evento patagónico fue alcanzando relevancia internacional y ya forma parte del calendario mundial de la especialidad. Congrega a turistas de países vecinos, de Europa y Norteamérica.
