Prohíben suministro de bebidas alcohólicas a presos y presas
EL 5 DE FEBRERO DE 1896

Prohíben suministro de bebidas alcohólicas a presos y presas

05/02/2020
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n edicto de este día prohíbe a cualquier persona facilitar bebidas alcohólicas tanto “a los presos como a las presas”. Como consecuencia de la norma, el comisario Ramón Cortés pone “a disposición del juez de paz Alfredo Gomensoro al comerciante  Casimiro Rodríguez por infringir el citado edicto”. También, “Luis Fique y Juan Musso, son multados ese año por la misma infracción. El comisario Cortés escribe varias veces al gobernador, preocupado por la alimentación y vestimenta de los presos, pero la inquietud significativa es el alcohol y en septiembre de ese mismo año, motiva un nuevo edicto que establece horario de cierre para los comercios de la localidad” (Jorge Castelli y Patricia Halvorsen. Esas mujeres en la Patagonia austral).
Diez mujeres habían arribado “voluntariamente” a Ushuaia, en febrero de 1896, para cumplir sus condenas. Las penadas, cuyas edades oscilaban “entre los dieciocho y los treinta años”, se encontraban “detenidas en el Departamento de Policía” porteño por diversos delitos. Habían sido condenadas por “vagancia, prostitución, adulterio o” alteración del orden.
El propósito de la medida fue compensar la desproporción existente entre la población masculina y femenina, y  la constitución de familias que promuevan la reinserción social de las presas. Con ese fin, el gobernador Pedro Godoy había promulgado una reglamentación que permitía a las mujeres “contraer matrimonio en el Establecimiento (Presidio), aunque sea con un preso y los penados disponer hasta la mitad de su peculio para atender las necesidades de sus familias si las tuvieren con ellos”. Se les permitía “poder habitar fuera del establecimiento”, tenían “derecho a un solar y material necesario para construir habitación para su familia”. Los matrimonios consumados por las presas fueron “seis, tres con presos y otros tres con habitantes del territorio”.
Estas iniciativas no dejaron muchos registros de su evolución. Uno de los casos fue la querella de “Julia Fernández contra su esposo Gómez” y su  pedido de volver a vivir “en la cuadra de las mujeres detenidas en la gobernación hasta que se resuelva la misma”.
Otros casos fueron el de Adelina Delpino que fue arrestada “por ebriedad” en julio de 1898 y el de Honoria Domínguez que, a fines del año siguiente, tuvo “varios arrestos por ebriedad” y en alguna de esas ocasiones permaneció “varios días encerrada” (op.cit.).

Autor : bernardo Veksler
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