a pericia y la labor del personal de la Comisión de Auxilio de Ushuaia fue puesta a prueba luego que debieran trabajar unas 10 horas para rescatar a dos personas en la profundidad de una grieta en cercanías de glaciar Ojo del Albino.
El rescate se produjo este sábado cuando alrededor de las 19 horas se recibe un llamado de una turista informando que había escuchado gritos de auxilio entre unas grietas en la zona rocosa en inmediaciones al glaciar del Ojo del Albino, a unos 90 minutos de caminata desde laguna Esmeralda.
Al lugar se envió un grupo de avanzada compuesto por cinco personas para comenzar con la contención de las dos personas atrapadas.
Cerca de las 20 horas un segundo grupo con equipamiento técnico de rescate con cuerdas se dirigió a pie por el sendero hasta el sector superior de la formación rocosa donde se encontraban los jóvenes atrapados.
Ya de noche, se evaluó la situación y la seguridad de la escena, y se tomó la determinación de comenzar con el rescate técnico, el cual se desarrolló maximizando las medidas de seguridad debido a la dificultad del mismo.
Se utilizaron en total 5 cuerdas de distintas longitudes sumando en total unos 170 metros.
Se accedió a la víctimas empleando una técnica de rapel, y de a una se las equipó con arnés y casco para guiarlos en una escalada de aproximadamente 40 metros.
Se evacuó de a una persona por vez logrando finalizar los dos rescates cerca de la 1.15 de la madrugada de este domingo.
A continuación personal destacado en el lugar mantuvo contacto con la central de comunicaciones de Defensa Civil quienes asesoraron al grupo para descender por el lugar menos peligroso hacia el sendero.
El rescate finalizó cerca de las 5 de la madrugada en el sector de estacionamiento del sendero de Laguna Esmeralda.
Según trascendió por dichos de los jóvenes el inconveniente se suscitó cuando luego de hacer contacto con el glaciar y comenzando el descenso, los mismos habían perdido el sendero y continuaron bajando por un sector rocoso que los llevó a un precipicio de más de 50 metros, viéndose imposibilitados de ascender nuevamente por donde habían bajado debido a la verticalidad de la formación rocosa.
Afortunadamente una persona oyó los gritos de auxilio sino el desenlace podría haber sido trágico.
