iembros de un grupo evangélico son sorprendidos dispersando semillas de cebada al voleo en la isla Decepción. Según la información difundida por la IAATO (Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida), dos miembros del grupo fueron atrapados mientras sembraban cebada, acusados de cometer una grave violación a la bioseguridad continental.
Las normas de bioseguridad pretenden preservar a la naturaleza prístina del continente de la introducción de especies exóticas, tanto vegetales como animales. Su violación puso de manifiesto la necesidad de controles más estrictos en materia de turismo en el continente.
La pareja fue vista dispersando semillas de cebada mientras caminaba en Decepción, frente a la pení¬nsula Antártica, donde el aumento de temperaturas están dando lugar a un mayor crecimiento de plantas en un terreno previamente estéril. El intento de sembrar la cebada se hizo a pesar de una reunión informativa, donde los turistas fueron advertidos al respecto.
La cebada es un cultivo muy adaptable que crece hasta en el Círculo Polar Ártico.
''Se recogieron las semillas previamente dispersadas y se explica a los pasajeros la gravedad del delito- informó la IAATO. El resto de las semillas adicionales fueron confiscadas. El grupo fue cuidadosamente vigilado en los sucesivos desembarcos''.
Nueve años antes, y en la misma isla, un hecho similar fue descripto por la evangelista Mary Craig: ''Dispersamos y pusimos en libertad las semillas de la cosecha de almas a ser salvadas -escribió en su página web-. Entendimos que estábamos plantando semillas que brotarán como otras que llegan a regar y plantar de la iglesia de Cristo''.
El incidente fue reportado en la reunión anual del Tratado Antártico, de ese año, y sectores medioambientalistas plantearon la necesidad de que se haga una supervisión más estricta de los turistas que desembarcan en el continente, incluidas las inspecciones oficiales, y una prohibición total del uso de los cruceros gigantes.
Cifras de la IAATO muestran que el número de turistas está en aumento. Se estimó que unos 35 mil turistas visitaron la Antártida en la siguiente temporada estival. El impacto generado por los seres humanos va en aumento, para preocupación de las cincuenta naciones de la Organización del Tratado Antártico (Fuente: The Age.com.au, 12/06/12, difundido por Fundación Nuestromar).
