ste día, el general Hernán Pujato y los miembros de la primera expedición científica antártica argentina son despedidos “en el Aeropuerto de Ushuaia por las autoridades navales de la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego” y personal militar. Al llegar a Ezeiza, eran esperados por autoridades del gobierno nacional y del Ejército (Susana Rigoz. El conquistador del desierto blanco Hernán Pujato).
El 12 de febrero de 1951, habían partido de Buenos Aires, a bordo del buque ‘Santa Micaela’ y fueron despedidos por el propio presidente de la Nación, general Juan Domingo Perón, la plana mayor militar, familiares y una gran cantidad de público.
En el diario de la expedición, el capitán Jorge Mottet fue describiendo los sucesos ocurridos: “Al llegar la base de Puerto Belgrano, se decidió entrar a puerto, aunque sin atracar. Una vez más, recibieron de la Marina una actitud, aunque no hostil, descortés”.
Arribaron a bahía Margarita el 8 de marzo y comenzaron las tareas de construcción de los edificios. Once días después ya estaba terminado el sitio de hospedaje de los expedicionarios y el 21 de marzo “se inauguró oficialmente la Base General San Martín”. Pujato habló en la ceremonia y señaló: “¡La base más austral de la República Argentina!, ¡la más austral del mundo! Lo que para muchos era una utopía es hoy una tangible realidad”.
Comenzaban así los largos meses de la misión antártica. Los expedicionarios “supieron desde el primer día lo que era la soledad, (…) agravada por los violentos temporales con los que esa zona los sacudiría a lo largo de esos meses”.
Aún durante el crudo invierno polar, los expedicionarios realizaron exploraciones y se internaron en el territorio, recorriendo 1.287 kilómetros. En setiembre, “realizaron el primer viaje con dos trineos tirados por perros en el continente, debiendo soportar vientos de 200 kilómetros horarios. En aquella oportunidad, los trineos del coronel Pujato y del capitán Mottet recorrieron 175 kilómetros”.
Tiempo después, Pujato destacó que la característica de la actividad en “la Base General San Martín es el trabajo en el exterior. La experiencia polar es penoso adquirirla en estas marchas y en esta vida al aire libre, pero es la única escuela que la otorga”.
Pujato fue ascendido a general durante esta misión. Los ocho expedicionarios fueron recibidos como héroes al regresar a Buenos Aires.
