ste día, se produce un insólito hecho en la ciudad de Río Grande. “Un joven de 17 años fue sorprendido por el esposo de la mujer mientras tenían sexo y escapó sin sus ropas. El menor le dijo a una vecina que lo ayudara porque había sido víctima de unos captores. La justicia ya intervino en el caso. Un caso similar ocurrió días atrás en Bariloche” (Agencia DYN, 21/8/2016).
El joven saltó instantáneamente del calor y la intimidad en el lecho matrimonial ajeno al desamparo ventoso y frío de la ciudad del norte fueguino, cuando se percató del ingreso del desairado esposo a la vivienda. El amante desertó rápidamente de la situación placentera y en su desesperación recurrió a un frágil argumento: fingió haber sido víctima de un secuestro para pedirle ropa a una vecina, quien denunció a la policía el singular suceso.
El tragicómico incidente se produjo a media mañana y alcanzó trascendencia cuando Vanesa Ramírez, una vecina de la calle Finocchio (a metros de la Ruta Nacional N° 3), denunció que se había presentado un muchacho desnudo y tiritando en su casa, asegurando que se había escapado de unos sujetos que lo habían secuestrado y le solicitó desesperadamente que lo provea de ropa para mitigar el intenso frío reinante. La mujer le facilitó vestimentas pero decidió llamar a la policía para informar sobre lo sucedido.
Simultáneamente, otro llamado telefónico fue recibido en la Comisaría Segunda, un vecino de la vivienda matrimonial “alertaba de una pelea de pareja en un domicilio ubicado también en la calle Finocchio. Al llegar el móvil policial, los uniformados encontraron a un hombre de 24 años discutiendo con su mujer de 20. El hombre informó a la policía que había encontrado a su esposa con un joven, que había huido desnudo de la casa, donde habían quedado las prendas de vestir y el celular. Con estos elementos se pudo identificar al joven y tras determinar que se trataba de un menor de edad, la policía dio intervención en el caso a la Comisaría del Menor y la Familia” (op.cit.).
Asimismo, fuentes de la investigación explicaron que se había desestimado la denuncia relacionada con un posible secuestro.
El caso guarda similitud con otro ocurrido unos días antes en la ciudad de Bariloche, aunque en esa oportunidad el amante furtivo se trataba de un mayor de edad. En esta ocasión debió intervenir la dependencia policial especializada en familia y minoridad.
