ste día, fallece Abigail Tortelo, tras agonizar una semana en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde la beba de siete meses había ingresado con hematomas, quemaduras y traumatismo de cráneo por el maltrato recibido por parte de sus padres.
Con la autopsia del cuerpo se pudieron determinar catorce lesiones traumáticas provocadas por torsión, elongación y sacudidas violentas. La beba había sufrido tres fracturas en el húmero del brazo derecho y una en el cúbito. Mientras tanto en el tórax, presentaba otras “cuatro fracturas costales en arcos posteriores, (…) y en el arco posterior de la octava costilla derecha”. Además, “tenía fractura de clavícula y de una pierna, y signos de intento de ahorcamiento. Fue sometida a una paliza salvaje por parte de sus padres, según los propios profesionales del hospital” (El Diario Nuevo Día. Río Gallegos, 25/4/2015).
“Los progenitores, Carlos Tortelo y Carla Orellano, fueron inmediatamente detenidos y acusados de ser los autores materiales de la golpiza que terminó con la vida de Abigail. El padre fue el que desde el principio de la investigación se encontró más comprometido (…) Ambos son empleados de la municipalidad local y viven en un barrio periférico de la ciudad, en los fondos de la casa de los padres de Tortelo. Pertenecen a una familia de clase media y la pareja padecería de adicción a las drogas”.
El filicidio provocó una gran consternación entre los vecinos de Río Gallegos. Hubo varias manifestaciones frente al hospital -donde participaron hasta familiares de los padres de la criatura- reclamando justicia.
Durante el proceso judicial, ambos progenitores fueron modificando sus declaraciones, hasta llegar a acusarse recíprocamente de haber propinado el maltrato a su hija. La Justicia no pudo determinar la autoría de las agresiones.
El 3 de noviembre del 2015, los padres de Abigail fueron condenados a cadena perpetua. El Tribunal Oral de la Cámara de lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial de Santa Cruz condenó a Karla Daniela Orellano y a Carlos Antonio Tortello, “de las demás circunstancias personales, a la pena de prisión perpetua por” considerarlos autores penalmente responsables del delito de “Homicidio Agravado por el Vínculo en Concurso Real con Lesiones Graves Reiteradas Calificadas Por el Vínculo en Calidad de Coautores” (Tiempo Sur. Río Gallegos, 3/11/2015).
