ste día, se difunde la publicación de los archivos fotográficos acopiados por el etnólogo y sacerdote Martín Gusinde
La edición fue realizada por el editor francés Xavier Barral y contiene “parte de los archivos fotográficos del misionero alemán Martin Gusinde, que entre 1918 y 1924 realizó cuatro viajes a Tierra del Fuego. Junto al libro "El espíritu de los hombres de Tierra del Fuego", la obra de Gusinde se expone en Francia en el marco de los Encuentros Fotográficos de Arles y próximamente debería viajar a Chile y Argentina” (Radio Francia Internacional).
El archivo consiste en “el trabajo fotográfico que realizó Gusinde en las comunidades selknam, yámanas y kawéskar que hoy apenas sobreviven. Las 1200 fotografías que trae de sus viajes constituyen sin duda un archivo de un valor inestimable. El libro y la exposición son buen reflejo de un testimonio único sobre esos hombres y mujeres del fin del mundo”.
Gusinde dejó un legado único sobre las etnias fueguinas, al involucrarse en el terreno con las comunidades que durante esos años todavía conservaban algunos rasgos de su cultura ancestral. Ya había en desarrollo un claro proceso de asimilación a la imposición cultural europea.
Los sobrevivientes del genocidio se desempeñaban como peones rurales y muchos de ellos llegaron a sumarse a los conflictos gremiales que afectaron a la región.
En el caso de la ceremonia del Hain, Gusinde debió negociar con los referentes selknam para su realización, asegurándoles a los participantes una determinada cantidad de corderos para su manutención.
Además, durante el transcurso del ritual, los hombres dejaban sus vestimentas habituales, recobraban las tradicionales capas de guanaco y se pintaban sus cuerpos con los clásicos motivos surgidos de la naturaleza fueguina, pero que estaban diseñados con valores simbólicos abstractos, que reflejaban el destacado desarrollo cultural de la etnia fueguina.
Gusinde también sostuvo una rotunda crítica al genocidio que se había desatado contra los naturales de Tierra del Fuego: “Ninguna fiera se ha comportado de manera tan cruel como lo han hecho los blancos contra los indios indefensos. Estos renglones deben ser una permanente protesta contra aquellos cazadores de hombres, que han aniquilado sin compasión al pueblo selknam” (Hombres primitivos en la Tierra del Fuego).
