Descubren nuevos efectos en la salud por la falta de luz solar
EL 4 DE NOVIEMBRE DE 2011

Descubren nuevos efectos en la salud por la falta de luz solar

04/11/2022
Q

ué es lo que (…) los habitantes de Tierra del Fuego pueden tener en común con los tripulantes de un viaje simulado a Marte? Nada más ni nada menos que la forma en la que el sistema nervioso autónomo, que regula desde la presión y el ritmo cardíaco hasta el estado de alerta, reacciona a la falta de luz natural suficiente” (Fabiola Czubaj. La Nación, 4/11/2011).
La nota reflejaba el mayor experimento realizado hasta entonces sobre los efectos de la ausencia de luz solar en la salud, que había finalizado en Moscú. Donde participaron científicos de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, y uno del Conicet.
"Sabemos que la falta de luz natural tiene distintas consecuencias en la salud, como la depresión, la falta de concentración o la alteración del sueño. Pero no sabemos tanto sobre cómo reacciona el sistema nervioso autónomo, que no depende de nuestra voluntad. Observamos que en un mes la actividad del sistema disminuye durante la vigilia de manera muy parecida al período de sueño", explicó el doctor Daniel Vigo, investigador del Conicet que analizó con sus colegas los datos psicofisiológicos de los supuestos viajeros a Marte.
Esos ‘astronautas’ soportaron similares condiciones a las de ese viaje. Se mantuvieron “un año y medio dentro de una estructura especialmente construida” en Rusia. Sobre ellos se “hicieron una enorme cantidad de experimentos”.
Cuando disminuye la actividad del sistema nervioso, aumenta la posibilidad de no tener capacidad suficiente de reacción. "El hecho de haber encontrado esto nos puede dar una pista más de cómo funcionan los trastornos asociados con la falta de luz natural, ya que se desconoce cómo se modifica la actividad del sistema autónomo en (…) los habitantes de latitudes extremas, como Tierra del Fuego o Suecia…", dijo Vigo
El equipo analizó también los resultados de las mediciones de la presión y los latidos diarios registrados en cada tripulante con un monitor Holter para explicar estos efectos del aislamiento y la falta de luz durante los primeros cien días de la misión.
"Normalmente, la frecuencia cardíaca y la presión descienden durante la noche. Y luego de un par de meses de confinamiento, observamos lo mismo durante el día, como también cambios en el patrón del ritmo cardíaco", resumió el investigador.
Durante ese aislamiento, “la presión disminuyó 10 mmHg” y la frecuencia cardíaca “se redujo 10 latidos por minuto” (op.cit.).

Autor : Bernardo Veksler
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