ste día, “el vicegobernador de Tierra del Fuego, Juan Carlos Arcando, fue agredido por un grupo de trabajadores estatales y municipales que lo agarraron a trompadas (…) en un homenaje a los caídos durante el ataque al Crucero General Belgrano, en la guerra de Malvinas” (Diario Clarín. Buenos Aires, 13/4/2016).
Arcando contó que estaba terminando el acto cuando, de repente, un grupo de 40 personas apareció para increparlo. "Me querían agredir, me ahorcaron de la corbata y me partieron el traje en dos", relató.
Las imágenes publicadas mostraron “los forcejeos, que casi le hicieron imposible caminar el funcionario, y también peleas a trompadas entre oficiales de la policía que llegaron corriendo a socorrerlo con manifestantes”.
Cuando Arcando “se retiraba de la Plaza Islas Malvinas fue abordado por unos cincuenta manifestantes, la mayoría de ellos integrantes de gremios municipales, AFEP y SUTEF, quienes exigían ser recibidos por Arcando. En medio del tumulto la Policía pretendió infructuosamente evacuar del lugar al Vicegobernador, por lo que resolvieron en medio de los forcejeos con los manifestantes trasladarlo hasta la Presidencia de la Legislatura” (El Diario del Fin del Mundo, 3/5/2016).
“El vicegobernador de Rosana Bertone vinculó la agresión al conflicto con los estatales que atraviesa la provincia desde hace más de 63 días, luego de una reforma previsional que impulsó el ejecutivo, al derogar el régimen jubilatorio de los 25 inviernos, que habilitaba a los trabajadores a jubilarse a los 47 años”.
"Querían que los reciba, pero les dije que no iba a dialogar con ellos porque mañana está pautada la reunión en Tolhuin”, explicó Arcando, que lamentó que la violencia se haya apoderado de un acto de homenaje a los caídos en el hundimiento del Crucero General Belgrano.
"Lo importante es que estoy bien, uno ha vivido cosas peores en la vida", afirmó Arcando. El vicegobernador es un ex oficial de la Armada que homenajeaba a los camaradas caídos.
Arcando denunció la agresión y una médica constató las lesiones que sufrió antes de poder refugiarse en la Legislatura provincial. Luego de su ingreso al edificio, una manifestación de más de 100 personas se congregó en el ingreso y para repudiarlo.
Fuentes del gobierno provincial apuntaron "fundamentalmente a integrantes del gremio municipal SOEM" (op.cit.).
