ste día, construido por el Gobierno Nacional, se pone en funcionamiento el faro de Cabo Vírgenes. A partir de entonces, por su estratégica ubicación, se convirtió en un aliado invalorable para los navegantes de esa zona tan peligrosa y accidentada.
Fue edificado a partir de un gran tubo metálico central, de un metro y medio de diámetro, rodeado y sostenido por una estructura de hierro hexagonal y piramidal. En su parte superior, se construyó una doble plataforma con barandilla exterior y garita, cuyo acceso es a través de una escalera caracol de hierro de 82 escalones. Otra escalera de diez escalones de hierro fundido conduce a una segunda sala, en cuya cúpula se encuentra instalado un pararrayos.
La altura de la estructura es de 26,35 metros y permite su elevación a casi setenta metros sobre el nivel del mar, al haberse erigido en los altos acantilados del cabo.
Desde la cabina se tiene una amplia vista hacia el cuadrante sur. Se puede apreciar con claridad el faro chileno de Punta Dungeness, la costa norte de Tierra del Fuego y la zona de encuentro de las aguas del Atlántico y el estrecho de Magallanes.
La luz emitida inicialmente era blanca, giratoria, con destellos cada cinco segundos y alimentada a vapor de petróleo.
En 1930, se renovó su sistema lumínico, que fue alimentado con gas acetileno, que permitía un alcance óptico de 24 millas y con dos destellos cada treinta segundos.
En 1977, se instaló un generador eléctrico, que mantuvo el mismo alcance de la luz emitida pero aportaba un destello de luz cada cinco segundos.
El color original fue gris plomo, pero luego se le dio una imagen mucho más llamativa, al alternarse secciones en negro y blanco, con la base y la cúpula en negro, que se mantiene hasta la actualidad.
Su número de código nacional es el 1492 y su identificación internacional es G1260.
Fue instalado en terrenos pertenecientes a la estancia Monte Dinero, cuyos propietarios donaron al estado el área afectada al servicio.
Para acceder al faro, hay que transitar 130 kilómetros al sur de Río Gallegos por la Ruta Provincial N° 1.
La familia Fenton instaló en el lugar una hostería y una casa de té, que provee de servicios a los turistas que llegan hasta el punto extremo del continente americano.
