ste día, se difunde la investigación de un equipo de científicos británicos realizada en el oeste de la Antártida que reveló la existencia de grandes túneles por debajo de la gruesa capa de hielo.
“Un radar instalado en un avión detectó cavidades del tamaño de la Torre Eiffel que coincidían con los cauces en la superficie del hielo. Los túneles descubiertos se formaron debido al derretimiento del hielo de manera semejante a los ríos. Según los investigadores, este descubrimiento ayudaría a predecir el curso del derretimiento futuro en la Antártida” (Agencia Prensa Latina).
Esos grandes ríos fluyen a lo largo de cientos de kilómetros por debajo de los hielos de la Antártida. El estudio fue publicado por la revista Nature, y el hallazgo, basado en medidas obtenidas con los radares del satélite ERS-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA), cambia todos los conceptos elaborados hasta el presente.
“Hasta ahora se pensaba que el agua se movía bajo el hielo mediante filtraciones muy lentas, sin embargo, esta investigación prueba que los más de 150 lagos subglaciares están conectados entre sí y generan flujos que viajan distancias muy largas”.
Los científicos del University College London remueven la teoría tradicional de que esos lagos de agua dulce, evolucionaron sin contacto directo con la atmósfera desde hace cientos de millones de años. Siempre se consideró que esas bolsas de agua permanecían intactas desde el período en el que empezó a congelarse el continente antártico y podían contener especies vivientes únicas.
La existencia de gigantescos lagos subglaciares es conocida, ahora lo que sorprende “es saber que están en continuo movimiento, a causa de que el agua llega a ellos a través de la compleja red de ríos y túneles bajo el hielo”.
La bolsa de agua más grande encontrada bajo la Antártida es el lago Vostok, de 250 kilómetros de largo, 40 kilómetros de ancho y 400 metros de profundidad.
La perforación del hielo sobre algunos lagos fue planificada para recoger muestras. El lago Vostok fue el primero y se obtuvieron muestras que dieron a conocer un mundo lleno de vida que se mantuvo aislado durante millones de años debajo del hielo. También en el lago Ellsworth se está planificando esa tarea, por parte de universidades británicas junto a científicos de Chile, Suecia, Bélgica, Alemania y Nueva Zelanda.