Joven argentino recorre el país en bicicleta
Una aventura a pedal

Joven argentino recorre el país en bicicleta

La travesía de Pablo Carnevale comenzó en octubre de 2015, desde la Catedral de La Plata. Atravesó las inclemencias del tiempo, la soledad, el riesgo del tráfico y la inseguridad a bordo de su MTB26, hasta su arribo a Ushuaia en marzo pasado. En la segunda etapa del viaje hacia La Quiaca, el desafío se hará realidad a bordo de una bicicleta FAT equipada para todo terreno. “La ruta es mágica, y aunque por momentos es difícil, me siento libre cuando viajo solo” expresó el biciviajero.
27/09/2016
P

ablo Carnevale (30) inició en octubre pasado un viaje a bordo de su bicicleta, con el objetivo de llegar a Ushuaia en primer lugar, y emprender desde aquí una travesía que recorrerá todo el país hasta La Quiaca.
En diálogo con EDFM, el biciviajero explicó que se trata de “una aventura y un desafío absolutamente personal” que surgió como una necesidad de concretar dos grandes objetivos: “quería conocer el país disfrutando de mi mayor pasión, que es andar en bicicleta en la naturaleza; y al mismo tiempo vivir esta experiencia nueva que voy a recordar toda la vida”, expresó.
Oriundo de Barracas, Buenos Aires, Pablo trabajaba en una empresa desarrollando su profesión de Administrador de Sistemas, con “una vida ‘ordinaria’: rutina de trabajo, amigos, familia, actividades cotidianas” explicó, y señaló que “aprovechaba mis vacaciones anuales de verano para viajar en bicicleta, pero llegó un punto en que eso
no me bastaba para todo lo que quería conocer y recorrer. Con el tiempo descubrí que no me satisfacía ese futuro para mí, me interesaba otro tipo de cosas y desafíos personales” indicó.
El biciviajero relató que su ‘Aventura a pedal’, como llama a este desafío, comenzó en la Catedral de La Plata, el 13 de octubre del año pasado, con el objetivo principal de llegar a Ushuaia, y desde aquí proyectar nuevos horizontes. “Llegué en marzo y me gustó la ciudad. La idea era buscar una forma de pasar el invierno, y así conseguí trabajo en un hostel hasta fines de agosto” recordó.
Pablo viajó hasta nuestra ciudad a bordo de su bicicleta MTB26, pero una vez aquí decidió cambiarla por un modelo más apto para la montaña, ripio y todo terreno. “Le compré una bici FAT a un biciviajero que se hospedó en el hostel donde estuve trabajando, y en ésta nueva voy a emprender la vuelta hacia el norte”, explicó, adelantando que viajará en avión a su lugar de origen, por estos días, y volverá a Ushuaia en octubre para dar inicio a la segunda etapa de la aventura, a bordo de la nueva bicicleta. “Voy a reducir mucho el equipaje, para lograr una bici más liviana, porque pienso hacer pasos de montaña y en algunos tramos donde sea difícil por la pendiente o el terreno, tendré que empujarla” analizó.
El biciviajero anunció que el recorrido prevé “atravesar el Paso Bridges, conectar Ushuaia con Harberton y Moat; después hasta el Cabo San Pío y ver si logro llegar al Rio Lopez, entrando a Península Mitre, o al menos acercarme a ese punto” y detalló que “mi viaje será por la Ruta 40, la Carretera Austral, Parques Nacionales, San Juan, Mendoza y todo el norte. Pienso llegar a La Quiaca”, aunque “creo que el tiempo y la experiencia me dejarán conocer mis próximos desafíos; mi objetivo ahora es recorrer todo el país en bici, pero también quiero conocer el resto de Latinoamérica y extender mi horizonte después” evaluó.

Tráfico, clima e inseguridad

Pablo Carnevale atravesó las inclemencias del tiempo, la soledad y grandes riesgos para llegar hasta Ushuaia. “En la ruta, lidiar con los autos es el peligro más grande. Por eso aprendí a viajar observando mucho, y tener respeto siempre por los autos y camiones. Ando sobre la línea de banquina, siempre estoy atento al tráfico”, indicó.
En cambio “las malas experiencias que he tenido con autos, fueron dentro de las urbanizaciones, sobre todo en las grandes ciudades” evaluó y afirmó que “allí hay más accidentes; incluso me tocó vivir una mala situación en Comodoro Rivadavia, cuando me tiraron un auto encima, a propósito; me empujó y estuve a punto de caerme. Pero eso sucede en la ciudad, no en la ruta” relató.
Al peligro del tráfico se suma la inseguridad. “No he sufrido robos por suerte, pero sé que pasa y les ha tocado a otros biciviajeros. Todo va encima de la bici: carpa, bolsa de dormir, abrigo, equipo de cocina, equipo de fotografía, documentación, son cosas que voy comprando con el tiempo y en base a mucho sacrificio, de hecho ahora estoy equipando la bicicleta nueva” señaló y destacó que “soy consciente de que si me roban, la bici se va completa. Si me roban se frustra mi viaje, por eso voy con mucho cuidado” expuso.

Viaje en soledad

“Al viaje lo planifico y lo atravieso solo. Eventualmente comparto ruta con otros biciviajeros, pero de manera ocasional” explicó Pablo, aunque reconoció que “por momentos necesito compañía, cuando el viaje es duro por las dificultades climáticas, el viento o las grandes distancias” no obstante “disfruto más cuando puedo moverme en la bici a mi ritmo, y con el plan de viaje que yo quiero. Me siento libre cuando viajo solo” expresó.
Pablo Carnevale aseveró que “en esta aventura y este gran desafío aprendí que nunca estás solo. La familia y amigos se extrañan, y a veces cuesta pero en cada lugar soy muy bien recibido, la bici genera sensibilidad en la gente, me ofrecen ayuda, compañía o simplemente agua para seguir viaje” y finalmente reflexionó: “Cuando salí de Buenos Aires tenía este objetivo, y aunque costó  puedo decir que se puede llegar; vale la pena. Hoy otros biciviajeros, se generan vínculos y experiencias inesperadas. La ruta es mágica” expresó.

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