Yanira Martínez Ortiz: “Dar mi relato y denunciar es cuidarme”
Crónica de una amenaza

Yanira Martínez Ortiz: “Dar mi relato y denunciar es cuidarme”

La mujer contó cómo fueron los hechos de amenaza y extorsión por los cuales radicó una denuncia penal. Cuestionó el accionar de Maximiliano Rijo, presidente de la cooperativa ‘Nuestro Techo’; y le apuntó al concejal Javier Branca por haberlo enviado.
07/07/2022
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anira Martínez Ortiz contó cómo fueron los hechos de amenaza y extorsión de la que fue víctima a través Maximiliano Rijo, presidente de la cooperativa ‘Nuestro Techo’ en nombre y enviado por el Concejal Javier Branca.
La denuncia por amenazas, extorsión y violencia política se realizó el pasado 16 junio donde la fiscalía elevó requerimiento de instrucción y ordenó realizar las pruebas sugeridas por la denunciante.
La causa penal 3227 se encuentra radicada en el Juzgado de Instrucción N°3 del Distrito Judicial Sur a cargo del juez Federico Vidal.
La denunciante ya fue aceptada como querellante y presentó pruebas y testigos sobre lo sucedido.
En declaraciones a Fm Master´s, Yanira Martínez Oriz relató que se sumó a la Cooperativa Nuestro Techo por el 2013 “con el sueño familiar de la casa propia y de concretar ese derecho. Comencé a participar activamente porque me entusiasmo, fue un espacio de contención hacia poco tiempo que estaba en Ushuaia, genere vínculos, amistades y demás. En ese contexto, comencé a trabajar en la militancia cooperativamente, no económicamente ya que tenía mi pase de mi trabajo de Buenos Aires. En el 2015 gano la primera elección como presidenta, en el 2018 fui relecta, luego renuncié cuando asumí el cargo se subsecretaria de viviendas ya que no parecía ético ser presidenta de la cooperativa siendo funcionaria pero seguía siendo asociada. Cuando estuve a cargo, funde otra más llamada “Mujeres Cooperativas” para ejecutar las primeras diez viviendas donde en una de ellas resido. Después de que se concretó ese barrio, crece mucho los inscriptos para la cooperativa, muchas mujeres, con muchas expectativas de viviendas a partir de lo que se consiguió en materia habitacional”.
Acerca de su vínculo con Javier Branca contó que cuando ingreso a la cooperativa ya era presidente en ese momento y tuvo un periodo corto como secretario, y cuando ella asume la presidencia, él toma la posición de secretario. “Era una relación de militancia y de amistad de diez años, en el que se comparte día a día muchas situaciones familiares, de militancia, cooperativisimo y demás”.
“Cuando terminamos las primeras diez viviendas, luego al hacer público lo que se logró con el financiamiento nacional y la gestión se llegó a tener más de 1000 inscriptos y eso promueve que a la cooperativa de cinco espacios le proponen ser integrante de lista, se hicieron 18 asambleas para que el candidato este en la lista de Walter Vuoto”, relató.
La cooperativista comentó cuando comenzó la ruptura. “Branca toma la decisión de alejarse del espacio de Vuoto. Además, el primer año de gestión seguimos trabajando juntos, pero luego comenzaron las diferencias políticas e ideológicas que hicieron que no pudiéramos trabajar juntos porque no coincidíamos con lo que nos habíamos propuestos.
“La preocupación de Branca fue siempre estar en el escenario político, sostenerse en la cresta de la ola. Aun así yo esperaba que nos reuniríamos, para hablar de los espacios en común, no que me mande a alguien a amenazar”, sostuvo.
Acerca de cómo se llegó a las instancias de las denuncias, explicó que “un día me escribe Maxi Rijo para reunirnos nosotros dos, algo que no me parecía mal reunirme porque al hacer dos veces presidenta habían cosas que me consultaban, hay gestiones en la Municipalidad. Cuando me dijo en un lugar público fui más confiada, sin sospechar de lo que me vinieron a plantear. Él me dijo que vino de parte de Javier Branca quien estaba muy enojado por mi participación en la Marcha Ni Una Menos cuando me vio con un cartel que decía “No más violencia en las cooperativas”, que en realidad es una consigna que se utiliza en varias cooperativas internacionales como en Uruguay que hay una campaña fuerte. Entonces Rijo me dice que eso para Javier era que yo había roto todos los límites, que hasta ahora había un manto de respeto y que con eso me había pasado y que no tenía que meterme en un territorio de acusarlo de algo. Yo le expliqué que no era algo personal contra ellos. Me dijo que no los subestime, que ellos no son pelotudos y que saben lo que quieren hacer y que hasta acá me iban a dejar llegar.
“Rijo se presentaba como un mediador o garante del acuerdo con el que yo debía cooperar, planteando que era el mejor jugador que Javier podía mandar. Ese primer encuentro fue muy fuerte, teniendo en cuenta lo que se puso sobre la mesa, después de diez años de amistad uno no sabe lo que puede tener o lo con que te puede llegar a pegar. Además en palabras de Javier hablaba de destruir a mi familia, de hacerme mierda, de que salga de su radar, de que la palabra cooperativismo salga de mi vocabulario. Ahí se configura la extorción de que si no me corro puede pasarme tal cosa, incluso me miden de lo que debía hablar con las vecinas, que hable de cosas de chicas, de uñas, pero que no hable de la cooperativa, ni de Javier ni de la pareja de Javier”.
“Cuando finalizó esa primera reunión, no sabía que hacer, empezó el miedo. Hoy se cumple un mes de encuentro, volví a mi casa, pensando a que accedo. Fue mi primera noche sin dormir. A la mañana siguiente me escribe Rijo y me dice que habló con Javier en primera persona y tiene más requerimiento para este apriete, así lo definió, como apriete. Nos reunimos el martes, pero antes le conté a mi hermana, recién ahí logro entender lo que pasaba, ella me dijo que lo denuncie”, aseveró.
“En la segunda reunión los requerimientos eran más formales, que renuncie a las cooperativas, que no me quiera meter en esos quilombos. Cuando de ese encuentro, comencé a asesorarme legalmente, vi a diferentes abogadas, era necesario que me acompañe gente con perspectiva de género. Pienso que no solo pidiéndome la renuncia a la Cooperativa Nuestro Techo y a Mujeres Cooperativitas, no solamente va contra mi familia, mi trabajo, mi espacio de contención social que es mi militancia sino además contra mi casa”, sentenció y agregó que “en el miedo accedí a no ayudar a asesorar a Mujeres Cooperativistas”
“Luego de una tercera reunión me di cuenta de que tenía flojos los tornillos de una de las ruedas de mi auto. cuando nos dimos cuenta con mi marido de que había un ruido, lo llevamos a un mecánico y nos certificó que estaban sueltos y está en la causa de que fue un accionar humano. Ahí empecé a atemorizarme, dije hasta acá llegamos, y avance con la denuncia”, sostuvo.
Tras los episodios, Yanira comento angustiada que este fin de semana “fue el primero que pasé en mi casa, pero que volvió a sentirse como cuando vivía en el Conurbano, con miedo, que ya no estaba segura, “así que pusimos cámaras de seguridad”.
“Estoy atravesada por esta situación todo el tiempo en el medio trabajando, mi laburo sigue”, remarcó la mujer. “Al venir y dar mi relato, y denunciar, es cuidarme, es mi manera de protegerme”, finalizó.

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