shuaia fue la sede de la máxima vergüenza del boxeo provincial, cuando en el polideportivo municipal se suponía que se iba a vivir un festival de la especialidad, que terminó con un escándalo donde tuvo que intervenir la Policía. Hubo mucha disconformidad del público presente hacia la organización, que en este caso fue del Boxing Club de Rió Grande, en la figura de Rubén Vivas, quien no cumplimentó con lo prometido. Supuestamente, se realizarían peleas de fondo profesional por el título Argentino, y para finalizar la jornada se sortearía un auto, cosas que nunca pasaron.
Esta velada por el Argentino venía postergándose desde hace tiempo, la gente ya tenía sus entradas, tentados además por lo del sorteo de un Peugeot 206. Lo que nadie se encargó de aclarar es que esa noche no había ninguna pelea por título Argentino. Eran las 21 cuando todavía estaban tratando de armar el ring y el responsable, en este caso Vivas, no daba señales de vida, lo cual ponía en una situación muy incomoda al subsecretario de Deportes y Eventos de la Municipalidad, Hugo Ponzo, que veía derrumbarse el espectáculo. En forma de apoyo y para complementar esta velada boxística, estaban preparados un número de danzas árabes y una murga.
El tema es que no había nadie que tuviera guantes puestos para subir al ring. Este tipo de incertidumbres coemenzaba a repetirse, y cada vez era mayor la presión de la gente, que empezaba a calentarse de a poco. Alrededor de las 11 de la noche, la situación se empezaba a tornar insostenible, muchos silbidos y todo tipo de expresiones que se pueda llegar a imaginar
A eso de las 23.30 dio comienzo una pelea amateur en categoría Pluma, la siguieron tres encuentros en Mediano. El programa decía que habría dos combates de profesionales, una de semifondo entre Mario Narváez y Diego Sañanco, y la pelea de fondo entre José Sáenz y Daniel Medina. Esto nunca pasó; en cambio, apareció en el ring Rubén Vivas, quien tomó el micrófono y anunció que la pelea de profesionales no se iba a realizar, porque los boxeadores quieren cobrar antes de la pelea. Luego exhibe el dinero en efectivo de la bolsa (1400 pesos) e invita a alguien del público a que cuente la plata. Después de constatar que el efectivo estaba disponible, Vivas aclara que no quiere pagar por antelación porque tiene miedo de que los profesionales realmente no boxeen. Los púgiles no aparecían y nuevamente la gente empezó a expresarse.
Acto seguido se anuncia el sorteo del auto para tranquilizar a la gente. Efectivamente, el sorteo se realizó, saliendo favorecido el Nº 2045, lo cual enfureció al público, dado que esa numeración no correspondía ni cerca con los números de las entradas. Nuevamente se saca otro número, otra vez superaba el 2000 y obviamente se reitera el sorteo; ahí si sale un número lógico: el 282. Pero grande sería la sorpresa del favorecido cuando fue a buscar su unidad 0 kilómetro y no se la dieron, aduciendo que el número no correspondía porque era de otro talonario. En ese momento desbordó todo, la gente buscaba desesperadamente a Vivas y no precisamente para adularlo; la Policía provincial se hizo presente y resguardó la integridad física de Vivas en los vestuarios de la cancha 4 del Hugo Favale hasta que decidió devolver la plata de las entradas.
El problema se volvió a agravar, dado que Vivas no tenía el suficiente efectivo para todos los que habían adquirido la entrada, por lo cual la Policía tuvo que sacarlo por una puerta trasera rumbo a la Comisaría. Vivas, al igual que el auto que se sorteaba, desaparecieron dejando en nuestra ciudad una noche inolvidable para los amantes de este deporte.
Ante las irregularidades producidas el pasado viernes en la velada boxística que se llevó a cabo en el complejo polideportivo, evento organizado por la Asociación Boxing Club "Vicente Stanic", de Río Grande, el subsecretario Ponzo aseguró que la Municipalidad hará una presentación ante la máxima entidad de nuestro país en ese deporte.
