yer en la Panadería del Expresidio de Ushuaia se realizó la décimo primera edición del espectáculo Guitarras del Mundo, con una excelente convocatoria del público. El espectáculo itinerante cada año es organizado por el sindicato de Unión Personal Civil de la Nación (UPCN), y en esta oportunidad, hasta el 16 de octubre, se presentará en 90 ciudades de todo el país, y tendrá un majestuoso cierre en Buenos Aires.
Este año, el escenario de la capital fueguina brilló con el uruguayo Eduardo Fernández, el artista argentino Adrián Ramírez y Néstor Alonso en representación de Ushuaia. En Río Grande, el evento se realizó con éxito en la Casa de la Cultura el miércoles pasado. La muestra, dirigida por Juan Falú, reúne músicos y exponentes de la cultura de Alemania, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, España, Holanda, Italia México, República Checa, Siria, Suiza, Turquía, Uruguay y Argentina. Guitarras del Mundo se ha convertido en el festival más importante en su género, y será un encuentro cultural para la provincia y el país.
Los protagonistas
El diario del Fin del Mundo entrevistó a los concertistas antes de su presentación. Adrián Ramírez, desde el año 2001 participa del festival. Tiene una importante formación clásica académica, aunque en los últimos años, luego de haber trabajado en Europa difundiendo su arte a través de la música arrabalera, descubrió la beta de la música popular y enfocó su repertorio a la música argentina de raíz folclórica, con la cual –confesó– logró identificarse.
Se refirió al auge del tango y sostuvo que es producto de que se haya vendido, "una mera cuestión comercial, que terminó en un resurgimiento y en una revaloración". En tanto, opinó que el folclore funciona distinto en los diferentes contextos culturales de una misma Argentina: "En el norte es parte de lo cotidiano, y en Buenos Aires, una evocación de una cultura que se dejó, y que se extraña", expresó Ramírez.
Por su parte, Eduardo Fernández, en su primera visita, se mostró encantado con el paisaje fueguino. En el repertorio de ayer, con la exquisitez que lo caracteriza, evocó a autores como Franz Schubert y Bach. El artista manifestó que "este festival me da la oportunidad de reconectarme con el hecho básico de hacer música para la gente, sin la posible deformación de una situación de estrellato, donde se puede percibir la comunicación y el efecto del público".
En ese sentido, reflexionó que "es interesante la reconexión que hay con el público, y probar así que la música llega en serio", y que no se trata de una cosa "mítica e impopular; ni que está dirigida una elite, sino que simplemente hay que oír", finalizó el artista.
